EL TWEET DE JUAN CARLOS MONEDERO.

 

Hay que ser mentalmente retorcido y malintencionado para escribir lo siguiente: "Me dicen que un policía se suicidó ayer en Madrid. Se suma a su compañera muerta en Vigo. Trabajadores que querrían otra cosa. Solidaridad".

Su autor es Juan Carlos Monedero, uno de los factótums ideológicos de PODEMOS. Lo colgó en la red social twitter a raíz del reciente homicidio de una policía en Vigo, perpetrado por un atracador- que también disparó contra un subinspector, dejándole gravemente herido- a la salida con una rehén de la sucursal bancaria que intentó asaltar. El atracador fue el primero en disparar a muerte, siendo abatido al repelerse la criminal agresión.

En pocas palabras, Monedero liga un suicidio y un homicidio- bajo el genérico "muerte" con el que se refiere al último-, y da a entender o sugiere por cuenta propia que los policías( " trabajadores" ) hubieran querido desempeñar otra profesión( " otra cosa ")- no parece concebir la vocación policial- y que algunos trágicos finales de su vida obedecen a la imposibilidad de desempeñar otro empleo,. Termina con una imprecisa " Solidaridad"´, sin explicitar con qué ni con quién.

Conociendo su pensar de extrema izquierda, puesto de manifiesto dentro y fuera de la universidad en la que ejerce digitalmente " su docencia ", parece más que dudoso que reclame la solidaridad cívica con la Policía y sus agentes, servidores públicos al servicio de la Ley.

El críptico tweet deja de serlo para quien conoce la mercancía populista, demagógica y comunista- antigualla fracasada en donde se ha experimentado- que su autor vende, aunque últimamente él y su comparsa quieren disfrazarse con piel de cordero; pero el lobo sigue siéndolo.

Se mire por donde se mire, el tweet encierra una canalla y perversa intención. Al menos nos lo ha parecido, y si no fuera así que lo explique. Cuando quiere no se anda por las ramas ni recurre a oscuros pronunciamientos. Un mínimo de respeto y de conmiseración le debería haber llevado a dar el sentido pésame o a callar; pero es un imposible para quien quiere sacar tajada política de cualquier desgracia.