EL BERENJENAL NACIONAL

El PP, según los sondeos, va en descenso creciente y sin paracaídas que amortigüe el previsible batacazo, del que resultaría seriamente magullado. Los logros económicos del Gobierno de poco o nada le han valido, siendo demoledores los “ elementos” en su contra. Entre éstos están los casos de corrupción en sus propias filas, que cuando se han querido atajar se ha hecho tarde y mal. No convencen las excusas de que sucedieron en tiempos más o menos pasados, como tampoco las distintas varas de medir mediáticas y políticas en detrimento de la formación popular al compararlas con el tratamiento dado a los casos similares ocurridos en otros partidos. Tampoco es menor el desgaste sufrido al torear el morlaco secesionista, habiendo división de opiniones en el público, aunque no es lo mismo la lidia desde la barrera o el tendido que hacerla en la arena.

La sentencia del caso “ Gurtel “ ha sido aprovechada por el PSOE para proponer una moción de censura a Mariano Rajoy. A ella se ha agarrado Pedro Sánchez con la esperanza de conseguir los apoyos necesarios para ser Presidente del Gobierno, aunque sabe que sus ambiciones están en el aire. Varias son las quinielas o combinaciones que se barajan, aunque algunas de las alineaciones son profesionales del penalti y del juego sucio. El regate en corto y sin tino no suele acertar con el disparo a la portería.

Entre pitos y flautas el berenjenal nacional está en efervescencia. Los sobresaltos e incertidumbres no cesan. Lo lógico sería acabar la legislatura, a la espera de nuevas elecciones y que los votantes se pronuncien. Pero en política no hay lógica, primando los intereses partidistas .

En fin, si la moción de censura prospera, nos enteraríamos de lo que vale un peine. Si no, al tiempo. Ya se sabe: “ No es lo mismo predicar que dar trigo”. En cualquier caso, el PP está muy tocado. Para remontar el vuelo necesita savia nueva y plumaje impoluto. ¡ Qué país y qué paisanaje !