El Adviento nos llama a la
esperanza,
a prepararnos por el que va a venir.
Invitación para limpiar los corazones sin
tardanza;
recogimiento y oración se
recomienda.
Que arda en el fuego purificador lo
maligno
antes de hacer la interna mudanza.
El nacimiento del Niño será pronto,
anunciada está ya su llegada.
Lo alumbrará María en un pesebre,
José no encontrará posada en Belén.
Seamos prestos a bien recibirle,
a ofrecerle nuestra morada,
el Hijo de Dios es nuestro guía y sostén.
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