El periodista José Luís Torró escribió ayer en la
sección de la Comunidad Valenciana del diario ABC el magnífico artículo titulado
El “ coño” de Sandra Gómez, que se transcribe a continuación:
“ Sandra Gómez,
vicealcaldesa de Valencia y secretaria general del PSPV-PSOE de la ciudad de
Valencia, en el libre ejercicio de su derecho a expresarse según quiera, se
metió el día de Navidad en un lodazal que es riesgo que se corre cuando se
quiere decir una cosa sin hacer uso de las imágenes y las palabras más adecuadas
o convenientes. Cuando eso nos ocurre a quienes escribimos, y podemos molestar,
nos llega la réplica, incluso la mofa y befa, por parte de aquellos a los que
les disgusta lo que se dice.
En ejercicio de ese
mismo derecho me permito enviarle estas líneas a la vicealcaldesa y dirigente
socialista. Dejándole claro, de entrada, que de no haber sacado usted el «coño»
a pasear yo no hubiese redactado estas líneas. Y tengo que decirle que pese a mi
condición de católico, que hago constar a los efectos pertinentes para que no
haya dudas de las creencias de cada cual, a mí no me ha molestado su comentario.
Más bien me ha sorprendido y, sobre todo, decepcionado. La creía con mayor fuste
y talla intelectual.
Entiendo que otros
muchos valencianos que compartimos la misma fe, incluso los ajenos o
indiferentes a ella, pero que les gusta respetar las ideas y creencias de los
demás, se hayan sentido escandalizados, defraudados, molestos, irritados… Sin
que falten los que le rían lo que consideran una muestra de ingenio, por muy
chocarrero que resulte, porque aquí hay para todos los gustos, instagrams y
tuits.
Usted habrá leído en
algunas de esas respuestas que se le hacen en las redes sociales, una invitación
a burlarse de personajes del Islam. Entienda su propuesta y razonamiento.
Resulta sorprendente que la religión en la que están bautizados la mayoría de
los españoles puede seguir siendo objeto de chanza, broma, insulto blasfemo,
desprecio, incluso profanación de lugares sagrados como son templos y capillas y
que ello quede sin sanción para sus autores, pero que esos mismos mucho se
guardarán de insultar al profeta Mahoma y mucho menos a Alá, ni osarán atentar
contra una mezquita.
Y es de agradecer ese
respeto, si bien creo que nace del temor a encontrarse con una fetua. Que más
que la respuesta que da un muftí a una cuestión jurídica puede ser también la
orden de un airado clérigo contra quien considere que ha blasfemado contra su
fe. El brutal y sanguinario ataque al semanario satírico francés Charlie Hebdo
(una masacre con doce muertos y once heridos en el 2015) da idea de la
aterradora dimensión que puede alcanzar una venganza de los yihadistas más
radicales.
Sandra Gómez,
aprovechando una de las fiestas mayores de la Cristiandad como fue el nacimiento
de Jesús (la otra es la de su Resurrección), ha querido hacer una proclama
feminista al decirnos que “hasta Dios salió de un coño”, pero la cosa no ha
pasado de ser un sonoro “flatus vocis” acompañado de un suspenso en
anatomía.
La vicealcaldesa de
Valencia ha querido decir lo que ha dicho pero, eso sí, haciendo una libérrima
interpretación de los hechos de los que nos dan cuenta los Evangelios. Y así,
por pretender la también máxima dirigente del PSOE de la ciudad de Valencia,
“que este día de hoy sirva también para recordar lo maravillosas, increíbles e
importantes que son las mujeres”, minimiza el hecho extraordinario del
nacimiento de Cristo, tan portentoso que supuso la puesta a cero del reloj de la
historia, para hablar únicamente del valor y dolor del parto y no del
alumbramiento del personaje más importante del Mundo que para los cristianos es,
además, hijo de Dios.
Y para terminar de
liarla, aprovechándose de la celebración navideña, Sandra Gómez quiere “que
recordemos también nosotras cuánto vale nuestro coño”. ¿Valor de vuestro coño?
Ahí si que me ha dejado turulato. Hasta ahora yo era de los que pensaba que el
órgano más importante de la mujer –y de algunos hombres aunque bastante menos
que ellas— era el cerebro. Y vienes tú, perdona el tuteo, y reivindicas el
coño.
Por mucho que sea el
valor de tu coño, vicealcaldesa de Valencia –yo ignoro su tasación— creo que no
será suficiente para dirigir los destinos de una ciudad que merece ser guiada
con un buen cerebro. Y del que tan escaso anda el Cap i casal, por cierto, en
los últimos años. “
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