“ Una imagen vale más que mil palabras “. Sobre
el boicot y agresiones producidas ayer en Vallecas, perpetradas por los
comunistas de la extrema izquierda contra los participantes y asistentes al
mitin de VOX, partido legal y constitucional, sobran las palabras. Las
fotografías y vídeos difundidos son ilustrativos de la barbarie cometida por la
chusma citada, alentada previamente por destacados miembros de PODEMOS, y
favorecida por la insuficiencia de efectivos policiales y el inadecuado
dispositivo montado, que de haberse hecho como era de esperar, hubiera impedido
el acceso de la turba agresiva a la plaza donde se iba a realizar el mitin. Con
ello se habría evitado que la marabunta violenta se situara a escasos pasos de
la tribuna oratoria y lanzara piedras, adoquines y otros objetos contundentes a
cualquier, causando varios heridos, algunos de los cuales tuvieron que recibir
asistencia hospitalaria.
No hay que culpar a la Policía, sino a sus mandos
políticos gubernamentales que, sabiendo las intenciones de los perturbadores
descerebrados, no ordenaron las medidas pertinentes para mantener la legalidad,
la libertad y el ejercicio pacífico y legítimo del mentado acto.
Los hechos fueron de suma gravedad, y más cuando,
según manifestó el presidente de VOX Santiago Abascal, en una entrevista
televisiva, “ ministras en el ejercicio de sus funciones ( refiriéndose a las
podemitas Irene Montero e Ione Belarra )
defienden la comisión de graves delitos”. Acusó también a Pablo Iglesias de ser
el “ vicepresidente en la sombra “ y actuar “ como un criminal “.
Es habitual que desde sectores izquierdistas
radicales, comunistas y secesionistas, se tilde falsamente de “ provocación “ a
cualquier acto de VOX, lo que revela el concepto de democracia que tienen los
que así se expresan. Para éstos, son fascistas los que no piensan ni actúan como
ellos. Ahora bien, no saben ni lo que fue el fascismo, y se guardan mucho de
criticar al comunismo, el mayor homicida y coartador de la libertad en donde ha
imperado e impera.
Como se siga así, y el Presidente del Gobierno no
rectifique sus perniciosas alianzas, ni se decida verdaderamente por la
moderación y el no al sectarismo, esto puede “ acabar peor que el rosario de la
aurora “. Bien haría, para empezar, en deshacerse de los podemitas y otros
comunistas que mantiene en el Gobierno.
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