jueves, 29 de abril de 2021

AMISTADES Y RELACIONES SOCIALES

  

Las personas, en cuanto seres sociales, necesitan relacionarse. De los encuentros y convivencias con los demás, más o menos duraderas, surgen empatías, desengaños y rechazos. Por eso conviene saber elegir las amistades y los impulsos del corazón y sentimentales, para que las expectativas no defrauden ni se rompan los lazos de la relación social y de convivencia, cualesquiera que sean éstos, que se afianzan con la comprensión, la tolerancia y el armónico diálogo sincero, sabiendo ceder, hablar y callar cuando y en lo que procede. Hay amistades y otros tipos de relaciones que se truncan por malos entendidos, engaños, desconfianzas y formas opuestas de pensar y conducirse en la vida. Cuando esto ocurre, es deseable la reconciliación, siempre que se pueda y se acepte con franqueza por ambas partes, rectificando lo que haya que enmendar.
 
A veces nos guiamos por las apariencias, que tantas veces son engañosas, aunque hay personas con una gran intuición y pocas veces se equivocan. Pese a ello, conviene dar un margen de confianza y el tiempo dirá si la estimación inicial fue acertada o equivocada. No hay que llevar a rajatabla lo que algunos afirman de “ que el amigo de mi amigo es mi amigo “, ya que el aserto es muy relativo y depende de diversas circunstancias.
 
Las mejores relaciones son las que enriquecen el corazón de las personas, ayudan al conocimiento y comparten afinidades, con independencia del estatus social de cada cual. Muchas personas ilustradas han recibido lecciones de la vida por parte de iletrados, que se dedican a menesteres humildes, sean de labranza, pastoreo o similares, que han adquirido su sabiduría mediante el contacto directo con la naturaleza y el sacrificio diario para ganarse el pan; sentenciando frases que, sumadas, constituyen un vademécum a tener en cuenta.

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