El presidente de Rusia, potencia atómico-nuclear, amenaza con su fuerza destructora ante el avance del ejército ucraniano. Si Putin apretara el botón, podría tener la respuesta adecuada y proporcional por parte de la OTAN, si afectara a alguno de los países miembros de la misma. Es mejor que Putin tenga el dedo quietecillo, para evitar un desastre mundial.España no tiene bombas atómicas, sino las del gubernamental racimo fiscal, que nos hieren, aturden, expanden y empobrecen más. Ha emprendido la batalla interna entre pobres y ricos, de la que nadie sale beneficiado, sin incentivar que los ricos y empresarios creen el empleo necesario para que los pobres dejen de serlo. Al final son las llamadas clases medias las que pagan el pato, deviniendo en la precariedad.De Rusia huyen los que no quieren batallar por el reclutamiento forzoso, en la guerra con Ucrania, que ni entienden ni comparten. En España tienen preparadas las maletas los que, pudiendo ser el motor de la economía y el empleo, procuran salvarse del hachazo fiscal. Sus expectativas son otros países donde se grave menos el ser acaudalado y esforzado emprendedor. Y, por supuesto, los inversores internacionales procuran sobrevolarnos.Mientras las colas del hambre aumentan, los diputados, con la sola oposición del PP y VOX, incrementarán su sueldo un 3,5% el próximo año, en un gesto de “ ejemplar solidaridad “ con los que no llegan a final de mes. ¡ Vaya tropa ! Con ella no se puede ir a ninguna guerra. Te mandarían al frente, mientras la misma se quedaría a buen resguardo y alimentada en la retaguardia.
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