Los que parten al mas allá
dejan el terrestre vivir;
aunque sus restos corporales quedan
aquí,
el alma es inmortal y mora en la
eternidad.
Los cuerpos y las almas se juntarán
al final de los tiempos en misteriosa
unión,
que racionalmente no se puede
entender,
solo se atisba desde la Esperanza que da la
Fe.
Mientras tanto hay que recordar a los
difuntos,
rezar por ellos y que desde lo Alto sean nuestros
valedores.
El Día de los Difuntos
las culturas populares diferentes
lo celebran de diversas maneras,
según sus tradicionales costumbres,
aceptables si se guarda el respeto
debido
a la memoria de los ya idos.
Hay quienes, frivolizando, festejan el “
Halloween “
con vestimentas y máscaras
horrorosas,
como diversión y para infundir miedo y
pavor.
A esta macabra afición se contrapone
la práctica cristiana del “ Holywins
“,
recordando que la Fe proclama la Resurrección,
y que la santidad vence.
Con tal motivo muchos niños son
disfrazados
de santos y angelitos,
irradiando alegría y candoroso amor.
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