En la vida ordinaria todos conocemos a algunas personas que, por bromear o por compulsión, mienten con menor o mayor asiduidad; pero en todo caso, como se les ve venir y si no se trata de asuntos trascendentes, provocan hilaridad o indiferencia siempre que no causen perjuicio a terceros. También se dan las llamadas " mentiras piadosas" que en su benévolo calificativo llevan la justificación.
Las graves son las del engaño persistente, contumaz, propias de muchos políticos, personajes de influencia social, las de los poderes formales y reales, por el desprecio absoluto y malicioso a la verdad y a la ciudadanía . Nos hinchan a mentiras por todas partes y se quedan tan panchos, las ven como algo normal y a fuerza de repetirlas, con frecuencia se las creen.
No les importa que afecten a valores esenciales, a la historia, orden económico, catástrofes, relaciones internacionales, confrontaciones bélicas( alguien dijo que en las guerras la primera víctima es la verdad),etc..... Piensan que al ignorante pueblo hay que decirle la" verdad construida y fabulada"; no parando mientes en distorsiones. falsedades. manipulando sentimientos y conciencias. Perversas e ignominiosas cuando, contra todo principio moral y natural, desde los ámbitos docente, de comunicación y de gobierno, se utilizan como descarriado adoctrinamiento de la infancia y juventud.
Tal endémico mal no es exclusivo de España, aunque se ignore frecuentemente el derecho a obtener una información veraz. Se extiende por todo el orbe; pero en algunos países serios la mentira y el perjurio se castiga ejemplarmente, no prodigándose la impunidad reinante en el nuestro y otros. Aquí, el que un cargo público reconozca el haber mentido y dimita por ello es impensable.
Pese a todas las argucias empleadas, el pueblo tiene desarrollado instinto para detectar que " algo no está claro", que "algo no huele bien" y de entrada recela, desconfía( de ahí la baja valoración de la clase política, por ejemplo); aunque, en ocasiones, pueda ser sorprendido por verdaderos maestros y excepcionales artistas del fingimiento. Contra la mentira maliciosa solo cabe el desenmascaramiento, la denuncia y la proclama y argumentación de la verdad.
Muchos son los dichos sobre la mentira. Por si alguien tiene curiosidad en leer algunos, incluimos a continuación una muestra de la extensa recopilación que se puede consultar en Google :
Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti. Friedrich Nietzsche (1844-1900) Filosofo alemán.
Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver. Proverbio judío.
Las mentiras más crueles son dichas en silencio. Robert Louis Stevenson (1850-1894) Escritor británico.
De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientes. Jules Renard (1864-1910) Escritor y dramaturgo francés.
Las grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña. Adolf Hitler (1889-1945) Dictador de la Alemania nazi.
Hay que tener buena memoria después de haber mentido. Pierre Corneille (1606-1684) Poeta y dramaturgo francés.
Toda mentira de importancia necesita un detalle circunstancial para ser creída. Prosper Mérimée (1803-1870) Escritor francés.
El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera. Alexander Pope.
El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad. Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.
Ni la utilidad del mentir es sólida, ni el mal de la verdad perjudica mucho tiempo. Juan Luis Vives (1492-1540) Humanista y filósofo español.
Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más rueda, más grande se vuelve. Martín Lutero (1483-1546).
Más rápido se coge al mentiroso que al cojo. .
Lo que me molesta no es que me hayas mentido, sino que, de aquí en adelante, ya no podré confiar en tí. Autor desconocido
Aunque digan la verdad, los mentirosos no son creídos. Marco Tulio Cicerón
Cubrir una falta con una mentira, es reemplazar una mancha con un agujero. Autor desconocido
El mentiroso tiene dos males: que ni cree ni es creído. Padre Baltasar Gracián y Morales
El pecado emplea muchos instrumentos, pero la mentira es un mango que se adapta a todos. Oliver Wendell
El que miente necesita tener buena memoria. Quintiliano
Es muy ordinario el mentir, sea extraordinario el creer. Padre Baltasar Gracián y Morales
Hay tres clases de mentiras: La mentira, la maldita mentira y las estadísticas. Mark Twain
Mentir es manifestar, primero, que se desprecia a Dios, y después, que se teme al hombre. Autor desconocido
Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería. Otto von Bismarck
La mentira es hija del demonio. San Pío de Pieltrecina
La mentira nunca vive hasta llegar a vieja. Sócrates
La verdad anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua. Miguel de Cervantes Saavedra
La mentira produce flores, pero no frutos. Proverbio chino
La mentira se para sobre un pie... la verdad sobre los dos. Benjamín Franklin
La verdad existe. Solo se inventa la mentira. Braque, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti. Friedrich W. Nieztsche
Nada es verdad ni es mentira, todo depende del cristal con que se mira. William Shakespeare
No está permitida la mentira si alguien nos pregunta lo que tiene derecho a saber. Metternich
No hay mentira más perjudicial que la verdad disfrazada. Manuel Tamayo y Baus
Podemos engañar a los hombres pero no a nuestra conciencia. Cristina de Suecia
Que no hay tan diestra mentira que no se venga a saber. Félix Lope de Vega Carpio
Quien quiere mentir, engaña y el que quiere engañar, miente. Mateo Alemán
Si se despedaza una mentira, los pedazos son la verdad. Eugene O´Neill
Siempre se ayuda la mentira de lo cierto para atacar a la verdad. Lucio Anneo Séneca
Un vaso medio vacío de vino es también uno medio lleno, pero una mentira a medias, de ningún modo es una media verdad. Jean Cocte
Una mentira va pisándole los talones a otra. Terencio
La falsedad gobierna el mundo entero. Rollenhagen
Decir mentiras constituye el único arte de la capacidad mediocre y el único refugio de los hombres viles. Chesterfield