Las fuerzas de la naturaleza, terremoto y subsiguiente tsunami, se han desatado hace unos días sobre Japón, puntero en desarrollo y avances tecnológicos, con el resultado de miles de muertos,desaparecidos y probablemente también muertos, destrucción y alarmantes inquietudes derivadas sobre los riesgos de escape de radiactividad, según el grado de afección que hayan o puedan sufrir los reactores de la central nuclear de Fukushima, que resultó dañada por el enfurecido embate de aquellas.
Partido de ello sacarán quienes están en contra de las centrales nucleares y la polémica ha resurgido con nuevos bríos; mucha demagogia presuntamente ecologista saldrá a relucir, aprovechándose de las connotaciones que suelen asociarse a lo nuclear. No importará el hecho que la centrales nucleares sean fuentes de energía limpias, baratas y con exigentes niveles de seguridad, a tenor de lo que dicen los verdaderamente expertos en la materia. No faltarán- ya se observan algunos indicios- quienes quieran" sacar tajada" de la desgracia ajena, por lucro económico, posicionamientos ideológicos , intereses espurios o ansias de ampliar su influencia en este convulso mundo. Incluso, por coyuntural conveniencia política, aparcar decisiones previamente adoptadas.
No es momento de exacerbados alarmismos, sino de afrontar con ciencia y decisión la catástrofe, adoptar las medidas reparadoras ante lo sucedido, las preventivas por lo que pueda sobrevenir e intensificar las de seguridad ante el futuro.
El hombre puede, por la experiencia acumulada y el saber, poner las cosas difíciles a las consecuencias de los cataclismos; pero nunca podrá prever y neutralizar del todo la furia de los " enfados" del planeta tierra ni del cosmos, ni decidir sobre sus leyes, ciclos y posibles ingredientes de azar..
Estamos ante el insondable misterio del universo , en el que somos tan solo una insignificante mota de polvo.La inteligencia humana posibilita la explicación de los fenómenos según avanzan los tiempos, en paralelo al desarrollo y avances tecnológicos.
Reparando en lo humano hay que admirar la entereza, serenidad y orden de los japoneses afectados por la adversidad. Toda una lección al mundo, de la que se debe tomar nota. A ellos nos unimos en el dolor y la esperanza puesta en que el mal no vaya a más.
Las noticias son preocupantes y las opiniones contradictorias.Que hablen los expertos , dejémosles actuar, haya acierto en sus decisiones y que Dios les ilumine.
Se incluye la siguiente presentación que circula por la red, titulada:
“EL TERREMOTO Y TSUNAMI DE JAPÓN”
“ Marzo de 2010”( creemos que se quería poner 2011)
“ Terma musical: Los latidos de la tierra del CD “Yaralaya”
“( Raúl del Corte)”
Brillante grado de lucidez y madurez se exhibe en tu recogida descripción. Sencillo, sobrio y concretamente sensato. Dejemos que los expertos se pronuncien y sepan conducir, bajo iluminación, el asunto ante tales y dramáticas circunstancias. Evitar la critica fácil y aprovechada, siempre es un ejercicio que honra y orienta los contenidos hacia lo relevante.
ResponderEliminarA destacar el comportamiento del pueblo japonés. Yo, ¡también me quedo con eso!