12 de Octubre, día de la Fiesta Nacional y de la Hispanidad. No puede faltar la felicitación a todos lo que sienten a España y sus símbolos como verdaderos patriotas, bien exterioricen su amor o lo custodien con ardor en sus corazones. Felicitación que se amplía a todos los países de habla hispana y a nuestra Aragón, a los mañicos, que venera como patrona a la Virgen del Pilar que, por otra parte, lo es de la Guardia Civil.
En Madrid ha habido el tradicional desfile militar, bajo un cielo en el que reinaba el sol y el pueblo salió a la calle para verlo, identificarse con nuestras FFAA y celebrar la festividad que se conmemora. Pese a los recortes debidos a la crisis, ha sido un desfile digno, vibrante y perfectamente sincronizado. La ofrenda a los Caídos fue seguida con respeto, palpitar de corazones y lagrimillas difíciles de contener.
No somos partidarios de los abucheos públicos en general y menos al Presidente del Gobierno en un acto como el celebrado, pero se han producido al detectarse su presencia y cesaron durante la ofrenda a los Caídos y desfile; mas comprendemos los motivos que subyacen tras ellos.
Dejando aparte la crisis económica y el paro, que tal vez influyan algo, creemos que el motivo desencadenante principal de tan sonoras señales de desaprobación hacia el Sr. Zapatero y su Gobierno tiene su fundamento en los persistentes ataques a una serie de sentimientos y valores compartidos mayoritariamente por el pueblo español, como los que a título de ejemplo ha perpetrado:
Cuestionar la nación española ( " el concepto de nación es discutido y discutible", dijo)
Emponzoñar la concordia y reavivar dormidas discrepancias con su "Memoria histórica", fustigando a los de un bando y ensalzando a los del otro de la última guerra civil española, cuando la recíproca voluntad de olvido y superación de diferencias estaban asentadas.
Su obsesiva fijación iconoclasta, despreciando o ignorando la historia, contra lo que para él eran señales o símbolos del franquismo.
Su ostensible aversión hacia el Valle de los Caídos, Alcázar de Toledo,... que son parte de nuestra historia, guste o no.
Su enfermiza obsesión contra el hecho católico y sus símbolos.
Utilización partidista de las Instituciones.
Complacencias con exigencias nacionalistas separatistas.
Disposiciones contra el concepto de familia y la vida.
Y podríamos seguir con toda una serie de agravios gratuitos y sectarios contra el sentir de una gran parte de los españoles.
El culpable de tantos desaguisados no es solo él, sino quienes formando parte de su Gobierno han compartido sus delirios. Empezando por el factótum Rubalcaba y continuando por el "beatífico" Bono( el que mandó borrar lo de "A España, servir hasta morir") al que le gustaría ser el difunto en el entierro con tal de figurar; Carmen Chacón, actual ministra de Defensa, de cuyos devaneos antiespañoles ha dado pruebas, y así... hasta llegar a Leire Pajín, la de la "conjunción planetaria" y la folclórica Bibiana. Por no alargarnos hemos omitido a muchos, incluso al Ministro de Fomento, José Blanco, que últimamente bastante tiene con explicarse, que no lo hace, sobre lo de la gasolinera.
El dinero y el bienestar,va y viene. Cuando la causa del desastre económico y del paro se debe a la impericia y despilfarro del Gobierno, se le castiga democráticamente en las urnas. Pero ¡ ay amigo!, no se puede violar lo más sagrado de un pueblo, su conciencia, sentimiento patrio y valores que estima sagrados, pues la válvula de escape de la indignación salta a la primera o única ocasión, sin esperar el momento de depositar la papeleta.
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