BLINDAJE JUDICIAL

 

“Con retroactividad, urgencia, sin publicidad ni informes previos y con el apoyo casi unánime  de todos los partidos. Así acaba de ser aprobada y publicada en el BOE una modificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial que blinda con efecto retroactivo los privilegios de los jueces y fiscales que decidan dedicarse a la política municipal, autonómica o nacional. En resumidas cuentas, que todos aquellos jueces, fiscales o secretarios judiciales metidos a políticos, gracias a esta ley se reincorporan a su carrera acumulando antigüedad y volviendo a la plaza que tenían antes de su aventura política.”

Las líneas anteriores son reproducción parcial de un artículo sobre la modificación legislativa que cita. ¿Qué les parece esa práctica unanimidad de los partidos?

A los beneficiados que en un momento saltaron al terreno de la política desde el estamento judicial y fiscal, o pretendan hacerlo en el futuro, la medida les vendrá de perlas.

Respecto a los que votaron a favor del chanchullo, ellos sabrán el porqué, aunque se intuye ya que el intercambio de favores viene de antiguo como lo atestiguan hechos y rezan dichos : desde el latino “ do ut des”( te doy para que me des), pasando por el  castizo” hoy por ti mañana por mi”,  hasta el mafioso “Io ti do una cosa a te, tu mi dai una cosa a me” (Yo te doy una cosa a ti, tú me das una cosa a mi). Es por ello por lo que no cabe asombro, si fuera cierto, lo que dijo el ministro José Blanco al empresario Dorribo en una gasolinera, según afirma éste: “ si te portas bien conmigo, yo me portaré bien contigo”.

Basándonos solamente en las sospechas generalizadas de utilización partidista de la justicia en casos sonoros, y las  recaídas sobre dejarse influenciar políticamente algunos Jueces y Fiscales en asuntos de trascendencia, nos parece desacertada la mentada modificación legislativa.

La justicia- jueces y fiscales- debe ser independiente, ajena a intromisiones políticas y, además, aparentarlo; sin que haya resquicios para sospechas de parcialidad. ¿Cómo no recelar sobre la imparcialidad de quienes habiéndose dedicado a la política, encuadrados en un partido ya sea como afiliados o independientes, vuelvan a ejercer de jueces o fiscales, habida cuenta de las relaciones y compromisos al uso contraídos?

Es lógico que, en sus funciones jurisdiccionales, reciban alguna recomendación, sugerencia, demanda de información o presión por parte de quienes les encumbraron colocándolos en las listas o dándoles un cargo político ; como también es  comprensible lo difícil que les resultará negarse a ciertas solicitudes. Y a medida que, en su reincorporación, la plaza ocupada es de mayor categoría, donde se sustancian los asuntos más trascendentes y que afectan a aforados, son más las servidumbres.

Creemos que quienes desde la carrera judicial y fiscal quieran dedicarse a la política, están en su derecho. Pero por higiene democrática y confianza en la Justicia, no deberían reintegrarse a la función jurisdiccional. Dudamos si por vida o pasados unos años, hasta que la vacuna contra el virus de la contaminación política ofrezca ciertas garantías de haber desarrollado anticuerpos eficaces.

A un escaso mes de las elecciones generales, cuando todos hablan de regeneración política, de división de poderes, transparencia,….,se despide la Legislatura con este apaño, cuestionado por muchos jueces y que según el representante de una de sus asociaciones: "favorece a unos pocos en contra de mucha gente que lleva años trabajando en el Poder Judicial"

Resumiendo: blindaje judicial, privilegio y más riesgo de injerencia política en la Administración de la Justicia. Con guindas como ésta, flaco favor se le hace a la Justicia y a tantos profesionales de la misma, alejados de veleidades políticas , sin otra ambición y devoción que servirla y administrarla.