miércoles, 26 de octubre de 2011

¡ QUÉ SOLO TE ESTÁN DEJANDO, ZAPATERO!

 

¡ Qué solo te están dejando, Zapatero!. Muchos de los que encumbraste van distanciándose de ti, como si no hubieran sido tus colaboradores necesarios y dóciles en llevar a España al desastre. Quieren que te “comas el marrón” tu solito. Apartado te tienen para aparentar que nada tuvieron que ver con tu nefasta gestión. Han trocado la adulación por la negación, “ no lo conozco”. Conociste las mieles del poder y antes de dejarlo ya estás probando las hieles del desagradecimiento.

Si has aprendido algo de la condición humana y de la perversidad de la política, ha sido demasiado tarde. En tus adentros estás deseando que pasen rápidos los días para mudar de casa y dejar de ser el Presidente. Que no te inquiete el futuro, lo tendrás espléndidamente asegurado, aunque parece que no eres de los que se mueven por dinero. Tu destino lo viste marcado en las estrellas que pronostican la trascendencia reservada para pocos elegidos; pero fue un delirio, tu visión fue la de un globo de feria que vagaba por el aire.

Te irás con la amargura de la deslealtad sufrida, pero enriquecido con la experiencia que se adquiere de los errores y de las traiciones. No es caballeroso hacer leña del árbol caído, ya se encargan de ello demasiados de los que te han rodeado y adulado. Para cuando llegue el momento de la mudanza te deseamos lo mejor junto a la familia y tras este sincero deseo, un ruego: que en tus últimos días como Presidente del Gobierno no continúes poniendo en peligro la unidad de España.

Los cánticos de alabanza que te dediquen en el adiós serán un puente camino del olvido y si brotan sollozos serán lágrimas de cocodrilo. Los amigos de verdad, algunos siempre quedan, serán los que, pasados los días, se acerquen de vez en cuando por tu nueva casa e interrumpan tu reposo para sacarte a comer un botillo. No hace falta señalar quienes son unos y otros. Los desleales ni se Afrentan ni Perdonan, lo suyo es Ruindad.

1 comentario:

  1. Asi es la vida, tiene que ver también con algunas imperfecciones humanas y a éste señór le tenía que llegar. Por Dios, que 8 años....

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