Ya ha empezado el nuevo Gobierno con las primeras medidas de calado económico para hacer frente a la crisis. Vienen malos vientos, que no por esperados dejan de preocupar. No vale esconder la cabeza ni cerrar los ojos. Hay lo que hay, y nada hay en caja, mas que deudas y paro. Quienes nos han dejado en la ruina se han ido con los riñones sobradamente cubiertos y ahora, tras el desastre, quieren dar lecciones. Otros tendrán autoridad y conocimientos para efectuar objeciones, más o menos acertadas, sobre las citadas medidas; pero no aquellos pajaritos.
Ajenos a tecnicismos hemos optado por visitar a la abuela para que nos diga su recetario, y así empezó a hablar:
Los del botillo se fueron, no olvides nunca la ruina en la que nos sumieron.
Confía en los gaiteros contratados, pero estate vigilante para que no desentonen y cumplan con lo estipulado.
A nadie le gusta que le toquen los cuartos, pero hay que hacerse a la idea que bien nos los sobarán.
Exige que el manoseo sea temporal, justo y equitativo.
Mientras puedas no utilices las tarjetas de crédito, paga en dinero al contado y notarás, a tiempo real, lo que vale un peine.
Tus compras que sean para el día o para consumo semanal, adquiriendo lo imprescindible según necesidades y posibilidades.
Antes de efectuar compras de productos perecederos o con fecha de caducidad, consume los que conservas.
Revisa el ropero y seguro que encontrarás alguna prenda olvidada, acorde con las cambiantes modas y en buen uso, antes de comprar una nueva.
Antes de ir a las grandes superficies comerciales y de alimentación, conoce bien los pequeños establecimientos que hay alrededor de tu casa, compara precios y calidad y, luego, decide sobre lo que más te conviene.
El uso telefónico que sea el imprescindible y habla lo justamente necesario.
Ahorra en energía, restringe el uso del vehículo y desplázate a pie, transporte público o en bici. El vehículo, para cuando realmente se necesite.
Evita los compromisos sociales que no sean ineludibles y conlleven gasto.
Procura ser austero en las celebraciones familiares y festivas; lo importante es el motivo de la celebración, no lo que se gasta en ella.
El valor de un regalo es el gesto cariñoso con el que se hace, no su coste. Quien lo menosprecie, no es acreedor a detalle alguno.
Conoce tu ciudad, provincia, región y el resto de España, antes de desplazarte al extranjero por turismo. Regresar al lugar de tus orígenes conlleva ahorro, gratas vivencias y hermosos recuerdos. La casa de la abuela tendrá las puertas abiertas, de par en par, para cuando quieras venir.
Gasta menos de lo que ingresas, fija prioridades y prescinde de lo superfluo.
Ningún trabajo es indigno. Cuando la necesidad apremia, hay que buscar cualquier fuente de ingresos lícita, principal o complementaria, aunque no sea la que te gustaría o para la que te preparaste.
No te flageles ni paralices ante el infortunio del paro. Sal a la calle, échale valor, ganas e imaginación. El lamento continuo te impedirá descubrir las inéditas posibilidades que hay en ti.
Elude a los pesimistas contumaces, a los parlanchines farsantes y a los delirantes diseñadores de castillos en el aire.
Ayuda a quien puedas y lo merezca, pero si prestas dinero a alguien y no te lo devuelve, no vuelvas a atender una nueva solicitud; perderás dinero y amigo. Ofrécele compartir contigo el plato caliente en tu mesa.
No contraigas deudas y compromisos a los que no podrás hacer frente.
Presta oído a las personas juiciosas y no descuides el núcleo familiar.
Cuando vienen mal dadas, como ahora, hay que crecer en espíritu. Los del botillo se fueron, permanecen al acecho y bien que nos han vapuleado; pero ni ellos, ni los gaiteros si fallaran, hagan que enmudezcas ante la injusticia, el abuso ni el deshonor.
La previsora abuela siempre guarda algún ahorrillo en el viejo arcón, por si acaso... A medida que nos aconsejaba se le iban cerrando los ojos y quedó dormida en la mecedora, al calor de la chimenea.
Muy buenos consejos ! lo de la tarjeta de credito es cierto . doy fe de ello !
ResponderEliminarnormalmente las grandes superficies tienen precios mas bajos q los pequeños comercios , al menos en comestibles . por lo demas ....perfecto!