En la entrada "Silencio roto tras las elecciones del 2O-N", publicada el 22 de Noviembre del pasado año, se decía en el punto 6: "6. El PSOE precisa desprenderse de viejos lastres, de una catarsis con personas e ideas nuevas, con un discurso social demócrata o de centro izquierda acorde al siglo XXI. Sería deseable por bien de España y del propio partido. Dudo que vayan por ahí los tiros, ellos verán". En la titulada " Vuelta a la realidad", de 9 Enero del año en curso, se escribió: "... Los que deberían estar callados e intentar pasar desapercibidos, Rubalcaba y Chacón, optan a la Secretaria General del PSOE, con lo que cierran el paso a inéditas revelaciones, regeneracionismo y aires frescos... "
Pues bien, el Congreso del PSOE celebrado el último fin de semana en Sevilla ya ha expirado, aunque no sus disimuladas desavenencias, resultando caballo ganador Rubalcaba, seguido a corta distancia por la también aspirante Carmen Chacón. Es decir, más de lo mismo. Se ha desperdiciado la oportunidad de nueva savia-“jockey”o amazona sin contaminar-, y todo por mantener las riendas del equino y cuotas de poder e influencia. Habrá sido todo lo democrático que se quiera vender, pero carente de autocrítica y cada aspirante con respectivas viejas glorias como avalistas.
En oratorias cargadas de estereotipados clichés de la izquierda rancia revanchista, no podían faltar el beligerante laicismo, como tampoco las falacias de recortes a la libertad y a los avances conseguidos en los derechos de la mujer, perpetrados por la “derecha” gobernante en connivencia con el Cardenal Rouco; ni la alusión a denunciar el concordato con la Santa Sede. Y así una retahíla de mensajes sobradamente conocidos, pronunciados por ambos candidatos con tal de arañar votos al contrincante. Para el oyente no concernido, simples soflamas con olor a naftalina.
No merecería este Congreso nuestra atención si no fuera porque se trataba del PSOE, el partido mayoritario ahora en la oposición y no nos parece bueno para España el continuismo ideológico que se barrunta, pese a que hayan hablado de cambio. Por sus hechos los conocemos, es indiferente cual de los dos haya triunfado, posiblemente el menos malo o vaya Vd. a saber. Seguirán las taimadas cuchilladas entre ellos; la oposición "responsable" será de acoso y derribo hasta que consigan instalarse en el Gobierno. A la espera, Carmen Chacón cavilará para optar a presidirlo, si no es fulminada antes.
Si la “ escenificación” congresual, en palabra de Rubalcaba, se hubiera producido en la desconocida y alejada “Conchinchina”, cabría decir “ con su pan se lo coman”; pero se trata del denominado Partido Socialista Obrero Español, repudiado por mucha gente informada y decente de la izquierda por la errática deriva que tomó con Zapatero. El relevo en el aparato ha sido en favor de quienes dócilmente le siguieron y adularon o, los que haciendo lo propio, pretendieron obtener el triunfo para montarse, unos y otros, a lomos del machito partidista, bien fueran rubalcabistas o chaconistas.
Todo hace pensar que ha desfilado la oportunidad perdida: la renovación y cambio por un PSOE moderno, sin sectarismos ni juegos sucios; el que precisa España.Ojalá hayamos errado en la apreciación y, al menos, sin perjuicio del obligado ejercicio de oposición, reine la cordura y se comprometan mutuamente con el Partido Popular gobernante en los asuntos trascendentes que requieren pactos de Estado. El bien supremo de la Nación lo exige , los españoles lo demandan.
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