Ayer, a los 93 años de edad, falleció el ex general Alfonso Armada. Fue condenado a 30 años de prisión por la intentona golpista del 23 de Febrero de 1981, e indultado en 1988. Aunque negó su participación en ella, se le consideró figura clave de la misma y el llamado a presidir, en caso de haber prosperado el golpe, un Gobierno de concentración. Tras al indulto, se dedicó a cultivar camelias en su pazo de Galicia.
Mucho se ha escrito y especulado sobre este asunto de nuestra recientísima historia( al que se hizo alusión con motivo de su trigésimo segundo aniversario en la entrada " El 23-F : 32 años después" ), subsistiendo enigmas por desvelar; como suele ocurrir en tantos sucesos históricos trascendentales. Y es que los que realmente saben, suelen callar o disfrazar la verdad; y el intentar adentrarse en los vericuetos que a ella conducen, puede permitir vislumbrar aspectos parciales, pero difícilmente su aprehensión global.
Los actores ejecutan el papel que les afecta en el reparto, pero no escriben el guión ni dirigen la obra. Algo similar debió de pasar el 23-F, y llevar a decir posteriormente a Tejero, encargado de la toma del Congreso: "Lo que yo quisiera es que alguien me explicara lo del 23-F, porque yo no lo entiendo".
El ex general Armada contó su versión en esta tierra. Con él se habrá llevado algún que otro secretillo. No los precisan las camelias.
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