El Papa Emérito Benedicto XVI ha pasado la primera quincena de Julio en la Palacio Apostólico de Castelgandolfo, previa invitación del Papa Francisco. El día 3 del presente mes se desarrolló en el mismo el ceremonial, " en un acto solemne y al mismo tiempo profundamente entrañable y familiar", de los doctorados " Honoris Causa" con los que ha sido distinguido el Papa Emérito: el de la Pontificia Universidad de Juan Pablo II y el de la Academia Musical de Cracovia.
El homenajeado inició su lección magistral con las siguientes palabras:"Me alegra sobre todo el hecho de que, de este modo, se vuelven aún más profundos mis lazos con Polonia, con Cracovia, con la patria de nuestro gran santo Juan Pablo II. Porque sin él mi camino espiritual y teológico no sería ni siquiera imaginable. Con su ejemplo vivo, él mostró cómo pueden ir de la mano la alegría de la gran música sacra y la tarea de la participación común en la sagrada liturgia, la alegría solemne y la simplicidad de la humilde celebración de la fe".
Con gusto nos hacemos eco de esta noticia, difundida por los medios de información vaticana. Es una señal de que el Papa Emérito, pese a los achaques físicos propios de su venerable edad, que influyeron en su renuncia a la silla de Pedro, conserva la lucidez, sapiencia y exquisitez de espíritu que siempre le adornaron. Desde la discreción de su retiro es la lamparilla humilde al servicio de la Iglesia y de fidelidad al Papa Francisco. Un regalo de Dios.
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