De poco sirve hablar, escribir y razonar cuando hay tantos dispuestos a no escuchar, leer ni ponderar los argumentos que, de entrada, rechazan por no coincidir con los suyos. Las ideas y fijaciones preconcebidas dificultan el entendimiento entre las personas, las cuales suelen encerrarse o agruparse tribalmente en orden a sus respectivos intereses, aspiraciones y formas de entender la vida.
Concretando lo anterior a nuestro país, se observa que una parte de España está ideológicamente en contra de la otra u otras, así como que una constatada cantidad de escépticos y desorientados no saben por qué lado inclinarse, limitándose a “ pasar y verlas venir “. Y es que, en el fondo , se han depreciado muchos de los valores y principios que nos caracterizaban como pueblo y nación.
Urge el rearme moral, fortalecer el sentimiento de España como única nación y el respeto a los símbolos que la identifican. Han pasado varios años sin que los sucesivos gobiernos socialistas y populares hayan puesto especial empeño en ello; más bien ha sido visible la dejación. Cuando empezó la deriva descarriada, uno del común dijo a otro: “ Esto no tiene arreglo “. El paso del tiempo ha acrecentado su pronóstico pesimista, por aquello de “ que no hay mal que no tenga su peor”.
Que no se cumpla el “ mal fario” y haya gestos para la esperanza. La estabilidad de España está en juego. Es cuestión de los que pueden quieran; y los demás a tirar del carro.
Cada vez nuestra decadencia es mayor.La "empresa" España tiene unos dirigentes que en su gran mayoría son incompetentes y vagos,entre los que son abundantes los corruptos.Por ello,es difícil que algo mejore si no aparecen mejores líderes que los actuales.
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