No se debe cambiar de opinión cada dos por tres, pues al final pierde credibilidad el veleta que se desdice asiduamente. En política es frecuente mantener una postura u otra, dependiendo de si se está gobernando o en la oposición. Viene lo anterior a cuento y en relación a lo que el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez-paradigma del desdecir y la indefinición- dijo cuando aún no lo era y lo que mantiene ahora, respecto de los hechos por lo que están encausados varios dirigentes nacional-separatistas catalanes- unos en prisión y otros huidos-. Primero afirmó que constituían un delito de rebelión, y ahora- ya en el poder – ha manifestado lo contrario.
El Código Penal vigente recoge los diferentes tipos de los Delitos contra la Constitución, y en el artº 472 el referido a la Rebelión. Corresponde al Tribunal Supremo, una vez finalizada la Instrucción de la causa, valorar si se cometió éste, otros o ninguno. La extemporánea e imprudente opinión del Presidente del Gobierno ha sido percibida como una injerencia en el Poder Judicial y como un recado, aviso o recomendación a la acusación fiscal y al propio Tribunal para que no se aprecie el delito de rebelión.
Es difícil no intuir que el cambio de criterio del Sr. Sánchez obedece a la necesidad de apoyos de los secesionistas y de otras formaciones políticas simpatizantes con éstos. Los tuvo en la moción de censura contra el Sr. Rajoy, de cuyo resultado devino en flamante Presidente, y los sigue precisando para la aprobación de los presupuestos(PGE), así como para mantenerse al frente del Ejecutivo después de las próximas elecciones generales.
Pedro Sánchez, al actuar como una veleta- sus intereses, ni tan siquiera los de su partido-, según la dirección del viento, ha perdido credibilidad y autoridad moral. Como Presidente del Gobierno, nunca debió meterse en casa ajena - el Poder Judicial-, opinando públicamente sobre lo que no le compete. Surge la pregunta : ¿ “ Hasta dónde será capaz de llegar y llevarnos “ ? ¡ Menudo vendaval !
Punto de encuentro en el que confluyen opiniones y reflexiones con el afán de aportar un granito de arena al bien de España, de su unidad y lengua universal, la fraternal concordia, recuperar valores ya en el olvido y reivindicar las raíces cristianas de Occidente. Para ello es preciso tomar postura, aspirar a ser un actualizado CRUZADO cuyas armas sean la palabra, la pluma y ejemplar ciudadanía.
viernes, 26 de octubre de 2018
EL PRESIDENTE VELETA
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