“ APRETONES “ SECESIONISTAS

Los Comités de Defensa de la República( CDR ) son el brazo más agresivo del separatismo catalán. El “ performance “ escatológico en los accesos a varias sedes judiciales que llevaron a cabo los CDR , esparciendo excrementos en los mismos, no fue una creación artística, y nada tuvo que ver con la figura del tradicional “ caganer “, típica de los belenes catalanes de la Navidad. Aquella “ instalación “, pone al descubierto la suciedad mental y moral de los CDR retratándolos como escoria social, a los que Torra, Presidente  bis de la Generalidad, animó a seguir apretando( “ apretad, hacéis bien en apretar “ ). Así mismo, dichas palabras significaron un respaldo y un estímulo a las salvajadas de los cachorros secesionistas para que las continúen cometiendo.

Tales grupos son conocidos por sus desmanes continuos ( agresiones, insultos, amenazas,coacciones, etc.). Durante la mañana del miércoles pasado, una vez más, su objetivo fue el Juez Pablo Llarena- Instructor del “ Procès “ por el golpe de Estado secesionista en Cataluña-. En este caso, se ensució con pintura amarilla la entrada al domicilio del citado Magistrado, sito en Sant Cugat del Vallés ( Barcelona ), siendo reivindicado el ataque por la organización juvenil de izquierda independentista “ Arran “.

Barcelona, que fue considerada como el centro cultural, aperturista y más europeo de España, ha retrocedido a niveles nunca imaginables, debido a la rebeldía contra el Estado de Derecho. Dicha capital, junto al resto de Cataluña, imanaba esplendor, se distinguía por su buen gusto y la práctica del sentido común. De un tiempo a esta parte, sus gobernantes nacionalistas y populistas- incompetentes y sectarios- están conduciendo la citada región a la quiebra de la convivencia, a la exclusión de lo español y a quienes se sienten como tales, así como a la eliminación del castellano y a la debacle económica.

Mientras los cimientos de la unidad nacional se resienten y continuan los “ apretones “ secesionistas, Pedro Sánchez- Presidente del Gobierno- mira hacia otra parte. Y todo por un plato de lentejas: mantenerse en el poder.