Las ofensas a los sentimientos patrióticos y religiosos, así como los ultrajes a los símbolos nacionales nada tienen que ver con el humor ni con las parodias graciosas. Son deleznables, además de un negocio ideológico izquierdista del que sacan sustanciosos beneficios económicos quienes se dedican a ello. Sus dardos hirientes van siempre en la misma dirección. Se prodigan especialmente en el programa “ El intermedio “, del canal televisivo” La sexta “, presentado por el “ Gran Wyoming”, en el que actúa también Dani Mateo. Dos tipos, hechos tal para cual, que destilan mala baba sectaria. Llamarles payasos de circo sería una ofensa para éstos.
Se puede cambiar de canal para no soportar su mala hiel, pero a veces conviene conectar con él, aunque sea por poco tiempo, para no olvidar cómo las gasta el citado dúo y los de su cuerda: maldad y rencor, bajo el manido pretexto de la libertad de expresión, información y comunicación. Hay que recordar sus “ actuaciones “ vomitivas y reprimir las ganas de pagarles con la misma moneda. Por mucho disfraz que se pongan, hace tiempo que se retrataron tal como son ante la gente normal que, sea cual sea su ideología, respeta los símbolos de la Nación y las creencias religiosas de los demás. Que gocen ahora de las mieles que llenan sus carteras. Ya les llegará el tiempo del ostracismo y las amarguras por no estar ya en el candelero. Ese será su “ San Martín “ más suave.
Punto de encuentro en el que confluyen opiniones y reflexiones con el afán de aportar un granito de arena al bien de España, de su unidad y lengua universal, la fraternal concordia, recuperar valores ya en el olvido y reivindicar las raíces cristianas de Occidente. Para ello es preciso tomar postura, aspirar a ser un actualizado CRUZADO cuyas armas sean la palabra, la pluma y ejemplar ciudadanía.
lunes, 5 de noviembre de 2018
EL INTERMEDIO
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