lunes, 19 de noviembre de 2018

DEL ODIO A LA VIOLENCIA

“ Machista muerto, abono pa mi huerto “. “ Os vamos a matar “. “Facha, pardillo, tu boca en un bordillo “. “Hay que quemar, hay que quemar la conferencia episcopal “. “ Hay que quemar la conferencia por machista y patriarcal “.  “ Sin piernas ni brazos, fascistas a pedazos “. “ Ortega Lara, de vuelta al zulo”.  “Huid volando como Carrero Blanco “. Estas voces fueron coreadas por un grupo de la extrema izquierda, mayoritariamente juvenil, con  el propósito de boicotear un acto del partido político VOX que se celebró recientemente en Murcia.

El odio cerril, la ausencia de civismo y la incultura confluyen en la agresividad e irracionalidad de los integrantes del mencionado grupo. Sus comportamientos viles y antidemocráticos vienen sucediéndose frecuentemente en distintas partes de la Nación, alentados por ideólogos y políticos que reparten la patente de demócratas, reservándola en exclusividad para sí y los de su calaña, y negándosela a las formaciones y personas que no comparten sus planteamientos y métodos.

Ya se sabe cómo se las gasta esta gentuza cuando alcanza cotas de poder: su odio al discrepante va seguido de la persecución al adversario, convirtiéndolo en enemigo a abatir. Para ello adoctrinan a los más manipulables- la juventud –, capitalizan sectores del descontento y explotan las contradicciones que se dan en los regímenes democráticos. En vez de mejorar las deficiencias de éstos, optan por su aniquilación y suplirlos por la dictadura totalitaria comunista.

El odio, como el que destilan las frases del inicio, son la antesala de la violencia. Cuando aquél y ésta se desatan, puede producirse el pasional y cruento estallido social. Estamos advertidos y escarmentados. Hay que parar a tiempo la ruindad y vileza que van creando raíces. El hedor huele a podrido.

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