Por fin hoy, día de reflexión previo a las
elecciones madrileñas, los candidatos a las mismas y los tertulianos de los
medios han dejado de hablar. Han estado barriendo para casa y zahiriendo todo lo
que han podido al contrario. Ha sido una campaña extremadamente desabrida y
agresiva, aunque de algunos cabía esperarlo, porque desde hace tiempo se les
conoce, como también su ideología totalitaria y la falsa superioridad moral de
la que alardean. Si a éstos les valieran los resultados para rectificar y
enmendar sus invectivas en futuros comicios, sería de agradecer, lo que no
parece probable ya que “ la cabra tira al monte “.
Como son de sobra conocidas, no vamos a recordar
las tropelías, mendacidades y desafueros cometidos. Esperemos que mañana, día
electoral, transcurra en paz, y que los que no ganen tengan un buen perder. Si
lo que resulte es bueno para Madrid, será bueno para el resto de España. Como es
el día de reflexión, no sugerimos el voto deseable. Cada elector ha tomado ya su
decisión. Esperemos que no se confunda de papeleta. A buen entendedor, pocas
palabras bastan.
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