Acostumbrados a las restricciones y obligaciones
a observar por la pandemia, ¿ cómo será la vuelta a la normalidad cuando
desaparezca el Covid 19, sus variantes y mutaciones ? Pese a las desescaladas,
habrá que observar, aunque no se impongan, determinadas precauciones, ya que el
“ bicho “ es silencioso y no distingue entre personas, edades, territorios ni
fronteras.
Un señor centenario dijo recientemente que “ esto
- refiriéndose a la pandemia y a sus diversas consecuencias - es peor que en la
guerra”, no faltándole gran parte de razón, pues el enemigo vírico combate tanto
en vanguardia como en retaguardia, además de que en los conflictos bélicos todos
pierden, aunque se hable de vencedores y vencidos. De momento, el “ refugio “
está en la vacunación, que no garantiza la seguridad al 100/100, ni que un misil
o bombardeo lo haga vulnerable. Por ello, más vale autoprotegerse que
arriesgarse sin motivo.
La guerras acarrean consecuencias desagradables (
muertes, heridos, penurias, miedos, secuelas psicológicas, etc.), ocurriendo lo
mismo con las pandemias. Pero no queda más remedio que apechugar con ellas e
intentar sobreponerse. ¡ Ánimo ! No nos calentemos la cabeza pensando cómo y por
qué empezó y se expandió todo esto, y otras incógnitas por descubrir, aunque se
tengan ciertas sospechas sobre tales interrogantes. Es un reto médico-científico
para los verdaderos expertos en la materia.
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