Ayuda a valorar la honradez y
honestidad
de los encausados " sanchistas ",
bucear en su pasado, cuando sus
dientes
políticos no eran aún colmillos
afilados.
Hay que retrotraerse a los tiempos,
para indagar donde vivían, qué
hacían,
preguntar a
quienes conocían sus pulsiones,
ámbitos relacionales y de qué palo cojeaban.
El pretérito, próximo o alejado, revela la en ciernes
catadura moral de los investigados; aunque
por sí sola no es válida para condenar ni
absolver,
alerta sobre las posibles imposturas,
verdades o mentiras.
La presunción de inocencia no impide el juicio
ético-moral de los investigados, ni acarrea
sorpresas
para los que conocen el “ percal “.
La cuestión es negar. Confabularse contra el “
arrepentido “
Aldama en el caso “ Ábalos “ o “ Koldo “, y que
las
salpicaduras no alcancen al “ number one
“.
Hay muchos “ agujeros “ que tapar.
El centenario de la fundación del PSOE se
celebró
con el lema “ 100 años de honradez y firmeza
“,
puntualizando el entonces comunista Ramón
Tamames:
“ Y 40 de vacaciones “, por su escasa
beligerancia
contra Franco, comparada con la mantenida por el
PCE.
Ironías de la vida: Se entierra la honradez, que
no
la hubo, y se “ resucita “ al difunto
Franco.
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