Respetad la figura del Rey, Felipe VI.
No conspiréis contra la Monarquía y él.
Si se le enjuicia con objetividad,
se comprueba que
cumple con esmero
su función constitucional.
Armado de paciencia y serenidad,
soporta las asechanzas que, clara
o sibilinamente, le lanzan.
Su servicio a España es permanente;
loable su prudencia y don de la
oportunidad.
Por la utilidad demostrada,
alejado de banderías,
cercano a los problemas de la gente,
es garantía de estabilidad.
Se ha ganado a pulso el cariño
y afecto que la mayoría le tiene.
Guarda para sus adentros
los desplantes e insolencias
de la minoría que no le quiere.
¡ Feliz Navidad, Majestad !,
extensiva a la Familia Real.
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