Es un freno para los bromistas,
gastar inocentadas en este día,
cuando a tantas criaturas
se las masacra antes de ver la luz
o se las mata una vez nacidas.
Triunfa la “ cultura “ de la muerte,
prevalece sobre fomentar y cuidar la
vida.
La indiferencia ante tal atrocidad
sobrecoge y espanta.
Es un diseño planificado de
exterminio,
que envilece a sus ideólogos,
promotores, encubridores y asesinos.
Maldita sea esa criminal ingeniería
social,
contraria a Ley Natural, la Divina y la
Moral.
No se puede soportar tamaña
ignominia:
cadalso levantado para la Humanidad.
La inocencia degollada se vende como logro social.
Diabólica vestidura, escudo falaz e
infame,
al que hay que denunciar y
desenmascarar.
La “ cultura “ de la muerte debe ser
vencida.
Clamor elevado en el día de los Santos
Inocentes.
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