Ya que no se dan palos
ni se detiene a los saboteadores
de la vuelta ciclista a España,
cuando saltan a la calzada por la
que discurre la carrera,
atentando contra la seguridad vial
o incurriendo en algún otro tipo
penal,
que al menos se les sancione
dura y económicamente,
para compensar los gastos extra
y los perjuicios causados por
su incívica
actitud.
Su activismo pro palestino
y la masacre hebrea en Gaza
escudan la protesta por la
participación del equipo ciclista
judío; pero pasan por alto
el terrorismo continuado de Hamas
y la indiscriminada barbarie a
sangre
y fuego, con
violaciones incluidas,
que perpetró en Israel el último 7 de
Octubre.
Los saboteadores de marras
evidencian
su antisemitismo sonante y
galopante.
Mañana, domingo, está prevista la
final
de la vuelta en Madrid. La seguridad
implicará
a más de 2.000 agentes desplegados,
en el mayor operativo policial desde
la Cumbre de la OTAN en 2022.
Los contribuyentes pagarán los
gastos.
Los boicoteadores “ se irán de rositas “
y “ con la murga a otra parte “.
El Gobierno seguirá poniendo una
vela y la otra también al diablo.
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