Cuando la confianza depositada en un tercero es defraudada, se origina descrédito, sospecha y recelo respecto a quien se le otorgó por las apariencias de credibilidad y responsabilidad que, en un momento dado, exhibió,fingió o prometió. Es por ello que ante la grave crisis económica, déficit y paro que nos atenazan, debidas en gran parte a la mala gestión gubernamental del Gobierno socialista y tardía reacción incompleta, desafortunada y corta ante la crisis, que los mercados internacionales, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y analistas económicos entre otros, hayan desconfiado de la voluntad y capacidad del aún Gobierno de España y de sus gestores económicos.
No más garantía les ofrece el aspirante a Presidente, Sr. Rubalcaba, cuando faltan prácticamente dos días para la celebración de las Elecciones generales, ya que fue Vicepresidente con el Sr. Zapatero y corresponsable de sus decisiones. Su discurso electoral, a base de hueca retórica y errada pedagogía , nada positivo augura y algunos de sus contenidos son para reír por no llorar. Sencillamente carece de credibilidad.
Al también aspirante, el Sr. Rajoy, las encuestas le han venido dando como ganador, con amplia mayoría, en los cercanos comicios. Pronto se sabrá, cuando hablen las urnas. No se ha explayado en explicitar todas las medidas que llevará a cabo, caso de ganar las elecciones; sin embargo, a diferencia del Sr. Rubalcaba, va libre de lastres y nada enturbia su trayectoria política en cuanto a seriedad y solvencia.
Expuesto lo anterior, ¿ cómo se explica que, a pocos días de las elecciones, la prima de riesgo haya aumentado (lo que quiere decir que España tendrá que pagar más intereses por la deuda que le compren o consiga colocar en el mercado) y las bolsas han ido cayendo? A simple vista no se comprende, pues habría que tener más confianza en el Sr. Rajoy que en el Sr.Rubalcaba a la vista de lo dicho. Nada versados en estos intríngulis, hemos acudido a un entendido en la materia quien nos dice:
1, Es un fenómeno habitual que suele producirse ante la inminencia de elecciones, con independencia de otros factores.
2. No implica desconfianza hacia la política económica que lleve a cabo el Sr. Rajoy, sino un estar a verlas venir. Ver cuales serán las primeras medias que adopte y anuncie con detalle, de ganar las elecciones.
3. Los mercados se blindan ante incógnitas y riesgos.
4. Se sabe el déficit oficial, pero se ignora el real; lo que pueda estar escondido en los cajones o camuflado en formas diferentes.
5. No es lo mismo ganar con holgada mayoría absoluta que con simple mayoría, que condicionen pactos y medidas a adoptar.
6. Cautela ante “imprevistos” que alteren el resultado pronosticado.
7. De ganar las elecciones el PP, ver como reaccionaría el PSOE y su predisposición, o no, a pactos o apoyos puntuales para agilizar la recuperación.
8. Reacción sindical y de masas. La algarada violenta, la convulsión y la alteración de la paz socio-laboral no son un aliciente para arriesgar los dineros.
Estas fueron algunas de las explicaciones resumidas que nos dio el entendido. Que cada cual las ponga en el orden que quiera, añada o quite.
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