miércoles, 2 de abril de 2014

LA CAZA DE ESPAÑOLITOS.

 

Los cachorrillos de la Nova Terra Lliure, aspirantes a coger el testigo de la extinta organización terrorista e independentista catalana, han instado a salir a cazar españolitos para que se den cuenta que no tienen más remedido que dejarnos hacer la consulta(para la independencia). Si el camino pasa por las armas, estamos dispuestos a ir por ahí y a rebelarnos contra este golpe de Estado al que estamos sometidos desde hace años. El PP se ha convertido en una secta franquista que se ha de ilegalizar de forma urgente. Hacen también suyo, como no podía ser de otra manera, el eslogan victimista de que España nos roba, y llaman a estar unidos y actuar contra un Gobierno que nos reprime y nos persigue por el solo hecho de ser catalanes

Las bravatas cinegéticas merecen un contundente soplamocos legal para quienes pretenden, llegado el, a su entender, momento adecuado, practicar la caza del hombre por cuyas venas circula la sangre roja y gualda. Ellos, los de las neuronas desacompasadas, aunque no quieran, la tienen del mismo color por cuadriplicado- la senyera-, bandera proveniente de la antigua Corona de Aragón, a la que han añadido el pegote de la estrella revolucionaria cubana. Pero, en fin, siempre hay malnacidos que reniegan de sus orígenes.

Versó Antonio Machado: Españolito que vienes/ al mundo te guarde Dios/ una de los dos Españas/ ha de helarte el corazón. Los aficionados al matarile quieren ya no sólo helar, sino que sangre el corazón de los españolitos que sólo aspiran a convivir unidos, en concordia y paz. En cualquier caso, vano sería su intento. Podrían traer algún quebradero de cabeza e incluso dolor si iniciasen la caza furtiva; pero ni vencerían, ni convencerían.

Los delirios y desafíos secesionistas han conducido a que unos descerebrados se planteen emular a la, en buena hora, enterrada Terra Lliure. Ya es hora que Artur Mas y compañía replieguen las alas separatistas y, de paso, se las corten a los buitres dispuestos a levantar el vuelo desde la admiración perversa a la necrofilia sepultada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario