La Virgen María, madre de Jesús, es venerada y honrada bajo distintas advocaciones en todo el orbe católico, siendo objeto de especial devoción, con independencia de su denominación. Muchas naciones la tienen como Patrona, y en muchos lugares de ellas se exterioriza el desbordado fervor popular que se le tiene, incluso por los que habitualmente no son dados a las prácticas religiosas.
Tales pruebas de amor son diferentes a la adoración, que sólo se debe prestar a Dios. Así se pronunció Jesucristo al ser tentado por el diablo para que le adorara, según se recoge en Mateo 4.8-10: Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él sólo servirás.
Tampoco cabe asimilarlas con las idolatrías paganas, ni con las muestras enardecidas de admiración por ciertos "ídolos humanos ", que se desvanecen en el tiempo. El amor a la madre del hijo de Dios perdura desde los inicios del cristianismo, y se acrecienta con el paso de los siglos. Ella, que lo llevó en sus entrañas y lo alumbró, estuvo siempre discretamente a su lado, hasta al pie de la cruz en la que fue crucificado.
Es " bendita entre todas las mujeres", colaboró con los planes de Dios para que con su Hijo, como escribió posteriormente el evangelista Juan (1,9), Aquella luz verdadera, que ilumina a todo hombre, venía a este mundo. Por eso, y por las excelsas virtudes que la adornaron, es aclamada y ensalzada con múltiples denominaciones, y se la ama como MADRE.
Mañana, segundo domingo de Mayo, Valencia festejará a su Patrona, la Virgen de los Desamparados, "La Geperudeta". ¡ Qué honroso título ! Todos, de un modo u otro, necesitamos de su intercesión y ser arropados por su manto. ¡ Felicidades ! a los valencianos y a las que tienen por nombre el de Amparo.
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