jueves, 12 de junio de 2014

NO TODO MERECE RESPETO.

 

Suele utilizarse con frecuencia lo de respeto su opinión pero no la comparto, como forma educada de mostrar disconformidad con lo que el otro dice o expone respecto a algún tema sometido a controversia, y no está mal que así sea, siempre que lo debatido sea admisible desde enfoques opuestos. Hay que respetar lo que merece respeto.

Llevado lo anterior al campo de las ideas y la praxis política, hay ocasiones en que, sin faltar a los modos, procede contestar: no respeto su opinión ni la comparto.( Ya se trató anteriormente este tema en la entrada " Respetar y compartir" de 28-06-2010.) Hay ideologías y formas de gobernar intrínsecamente perversas, como las totalitarias excluyentes que reducen a las personas a la nada, entrometiéndose en lo mas profundo de su ser y convirtiéndolas en sujetos instrumentales. ¿ Acaso no lo fueron, a título de ejemplo, las que sustentaron el comunismo leninista, el anarquismo libertario y el nazismo ?

Pues bien, pese a sus nefastas consecuencias, hay empeñados en reeditarlas, aunque revestidas de forma dulcificada y moderna acorde a los tiempos actuales. Podrían cambiar los procedimientos, incluso el fin último, pero el substrato ideológico es, además de retrógrado, altamente inquietante. Las alertas se han disparado; hay que despertar y reaccionar. La democracia que pregonan no es la de todos, es la suya y la de la confrontación; su pensamiento no merece la consideración que se le dispensa, y hay que denunciarlo. A esta tarea deberían colaborar todos los amantes de la Libertad, la Justicia y la convivencia en paz dentro de la unidad; sin complejos ni tibiezas, desde la gallardía serena y la ejemplaridad.

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