No se comprende la negativa del Ministerio de Sanidad, en definitiva del Gobierno, a desvelar quiénes son los 12 expertos que le asesoran para la toma de las decisiones sobre el Covid-19, alegando Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias del citado Ministerio, que el motivo de preservar su identidad es para librarles del acoso social y mediático. Se supone que son especialistas reputados y con experiencia en salud pública y epidemias, que se guían solo por criterios científicos y no se dejan influir por injerencias ajenas; no siendo aceptable, ni posiblemente legal, la falta de transparencia al ocultar las identidades de los mentados expertos.
Tenemos derecho a saber quiénes son los que con sus estudios, valoraciones y dictámenes influyen en la toma de decisiones que afectan a la salud pública, máxime en esta pandemia letal. Como no se hace así, es normal que nos preguntemos el porqué; no satisfaciendo las explicaciones dadas.
Especialistas en la materia dan cada día voluntariamente entrevistas y opiniones sobre la pandemia. No pedimos que hagan lo mismo los expertos designados por el Ministerio de Sanidad- para la información oficial ya está Fernando Simón y el ministro Salvador Illa-, pero sí es conveniente saber su identidad y, a través de ella, conocer su cualificación profesional. Esperemos que ésta sea la requerida para la tranquilidad de todos, porque no ayuda a ello la opacidad.
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