Si no teníamos bastante con la 
pandemia,
nos llegó la nena Filomena.
¡ Vaya nombrecito el de la dama !
De nieve nos ha dejado colmaditos,
tirados a miles en las carreteras,
aislada media España, 
convirtiéndola en una gélida 
ratonera.
Nombre de mujer la han puesto,
sin tener en cuenta que las mozas 
tienen su corazoncillo dividido,
repartiendo según les place
níveas miradas o calorcillos.
Como bloqueadas por la nieve están las 
tascas,
mejor es quedarse en casa, tomar calditos calientes 
y acostarse bajo doble manta.
A resistir como se pueda 
hasta que pase el frío y la 
pandemia.
La electricidad está por la nubes,
prohibitivos el aire acondicionado y 
calefactores,
las vacunas se administran a paso de 
tortuga.
Cuidado con el deshielo, hay peligro de 
resbalar,
de sufrir fracturas en brazos, piernas y 
caderas.
Para colmo, los hospitales están a punto de 
saturar.
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