En Granada no están tranquilos, ni dentro de 
casa, debido a la cascada de terremotos. Por si no hubiera bastante con la 
pandemia, las borrascas, nevadas, lluvias torrenciales, ventoleras y los cambios 
repentinos de temperatura están sacudiendo también a España. Opinan 
respectivamente sobre ello los expertos epidemiológicos y climatológicos con 
propósito didáctico, lo cual no obsta para que se pueda pensar si algún ser 
maléfico nos habrá echado el mal de ojo. Si así fuera, habría que acudir a algún 
hechicero o brujo que se prestara a anular los poderes de aquél y retornara la 
normalidad. Pero ni es así, ni nos caerá esa breva. 
Para complicar más las cosas, dicen los chinos 
que la prueba del PCR es más efectiva si se hace por vía anal. Ya que producen y 
venden de todo, no sería de extrañar que se importara tal método y nos pusieran 
a todos agachados y con el trasero en pompa para meternos el palillo por el 
recto u ojo oscuro. Corre la broma escatológica de que, para mayor seguridad en 
el resultado de esa prueba, después habría que introducir la canícula por la 
nariz, para comprobar si se ha perdido o no el olfato ¡ Que no falte el humor 
!
Como no hay mal que no pueda empeorar, tenemos el 
problema del desabastecimiento de las vacunas para el Covid-19 y los chanchullos 
dinerarios de las empresas y laboratorios que las fabrican, desviando parte de 
ellas, “ de extranjis “ o a las claras, al mejor postor. Al final tendremos que 
recurrir al antiguo  estraperlo  “ made in Spaín ”. 
Aunque las desdichas citadas afectan también a 
otros países, cabe recordar lo de “ mal de muchos, consuelo de 
tontos” . Así que a espabilarse y remar para 
casa en lo que se pueda. Pese a todo, ¡ Ánimo ! A lo largo de la historia 
terrestre se han sucedido epidemias, desastres iguales o peores, pero la vida ha 
seguido. El final de cada uno llegará cuando toque, ni antes ni después ¡ A 
cuidarse y suerte !
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