Cuesta mucho esbozar unas líneas cuando sólo hay
desastres y no se vislumbran esperanzas de que, a corto y mediano plazo, vaya la
cosa a mejor. Insistir sobre lo tantas veces dicho, resulta cansino para el que
escribe y el lector. Inútiles son la crítica, la denuncia del mal Gobierno y sus
engaños. Es como estrellarse contra un muro de cemento armado. Si el INE calcula
que la pandemia ha ocasionado ya 80.000 muertos, aquél los rebaja en 30.000. Si
se le solicita el confinamiento domiciliario, como medida necesaria para evitar
más contagios y fallecimientos, se lo toma con calma y espera a verlas venir. ¿
Para qué seguir relatando los desatinos continuados que, uno tras otro, dispone
y comete ?
Una de sus últimas ocurrencias ha sido “ convocar
un concurso de 20.000 €, para contratar a una maquilladora-peluquera que preste
sus servicios al Presidente Pedro Sánchez, a la vicepresidenta, Carmen Calvo, a
la portavoz, María Jesús Montero, o a cualquier otro ministro o alto cargo que
comparezca en la Sala de Prensa de la Moncloa “, según publican el liberal.com y
otros medios. Concurso innecesario, cuando el Presidente y la mayor parte de
los miembros del Ejecutivo se levantan y acuestan con el maquillaje político
puesto, llevándolo permanentemente, y no por ello salen favorecidos. Y es que “
aunque la mona se vista de seda, mona se queda “ ¡ Qué hastío !
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