martes, 2 de febrero de 2021

LA VANGUARDIA Y LA RETAGUARDIA DE LA IGLESIA

  

La vida contemplativa de monjas y monjes de clausura en conventos y monasterios, dedicada a la oración y al trabajo, es difícil de comprender para mucha gente, que desconoce el valor de la oración y el aislamiento para dedicarse por completo a Dios, sin dejar de rogar Su misericordia y protección ante los males que acaecen en el mundo.
 
La presencia de la Iglesia se despliega en múltiples frentes, lugares, funciones y misiones diferentes (parroquias, centros educativos, hospitales, cárceles, regiones conflictivas o en guerra y depauperadas, zonas selváticas y desérticas, etc.) bajo la premisa fundamental de practicar el Amor fraterno, especialmente con los más necesitados que están faltos de ayuda, consuelo y esperanza, propagando a la vez la enseñanza del Evangelio.
 
Detrás de esa fuerza en vanguardia está la de la retaguardia, la contemplativa- “ ora et labora “ – que viviendo en comunidad enclaustrada aporta savia espiritual con sus plegarias, para que aquélla no desfallezca y siga presente expandiéndose en el mundo.
 
La inmensa mayoría de los restantes católicos no tenemos vocación para ser sacerdotes o religiosos, al no haber sido llamados por Dios a ello. Pero ello no obsta para que nos esforcemos en perfeccionar nuestra vida interior y, desprendiéndonos de egoísmos e insolidaridades, seamos una corriente colaboradora con nuestra personal savia para fortalecer a los consagrados y regar de Amor a nuestros entornos, empezando por la propia familia y los círculos conocidos más próximos, además de ayudar a la Iglesia Necesitada y Misionera con nuestras oraciones y el aporte económico que esté a nuestro alcance. ¡ Seamos también la retaguardia activa de la Iglesia ! 

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