Rubalcaba tiende una mano al Gobierno y con la otra le propina puñaladas traperas, a cuya actitud se suman muchos dirigentes socialistas. Si las críticas a la acción gubernamental en materia económica procedieran de quienes nada tienen que ver con la brutal crisis, sería comprensible dadas las discrepancias existentes sobre las medidas que procederían adoptar; pero el químico agitador no tiene ningún aval para comportarse de tal guisa y no hablamos de autoridad moral porque ignoramos si sabe su auténtico significado y, de conocerlo, será por referencias que no por el recto proceder del que brota el virtuoso predicamento.
Fue ministro, incluso Vicepresidente, de los diferentes gobiernos de Zapatero y cuando la crisis afectó a España y a otros países, se negaron a reconocerlo, no adoptaron las medidas correctoras a su tiempo por motivos político-electorales, alardearon de la excelente salud de nuestro sistema financiero y sólo iniciaron unas tímidas rectificaciones cuando desde fuera les fue dado un serio toque de atención. Engañaron con el déficit y siguieron con el despilfarro y extravagantes subvenciones hasta última hora, cuando en España el paro ya era escandaloso, las pequeñas y medianas empresas empezaban a desaparecer por miles y el hambre removía demasiadas tripas.
No son los únicos culpables y, a estas alturas, nadie puede negar el desmadre autonómico, la politización de las Cajas, las malas prácticas de algunos bancos e indebidas intromisiones políticas en otros, como las demás causas y causantes. Pero el Gobierno socialista de España miraba hacia otra parte, e instalado en las nubes soplaba abducido por el aserto del mesiánico Zapatero: "La Tierra no pertenece a nadie, salvo al viento".
Nos faltan conocimientos para enjuiciar, en lo económico, las medidas que está adoptando el actual Gobierno. Algunas nos parecen bien, sobre otras dudamos y respecto a las más técnicamente complicadas nada podemos opinar. Nos limitamos a confiar que le guían buenos propósitos para sacarnos del berenjenal, deseando que acierte.
Ante ciertas propuestas de colaboración por parte de Rubalcaba, bien podría contestarle Rajoy: Agradezco tu gesto, pero mejor estate quieto; cuando el monte arde es preferible que no sople el viento.
MUY BUENO EL ARTÍCULO.
ResponderEliminarPERO RUBALCABA ES PEOR QUE MAQUIAVELO.
NO OBSTANTE, ¿ ME PUEDES DECIR QUE HACE RAJOY QUE TENIENDO MAYORÍA ABSOLUTA ESTÁ CONVERSANDO Y PIDIENDO APOYO A OTROS PARTIDOS POLÍTICOS ?
¿ ES QUE NOS HEMOS VUELTO LOCOS ?
QUE GOBIERNE, QUE SE CARGUE LAS AUTONOMÍAS, EL SENADO, Y A TODOS LOS QUE SHUPAN DEL BOTE, PERO DE AMBOS LADOS, CLARO.
UN ABRAZO, Y NO BAJES LA GUARDIA.
VIVA FRANCO, VIVAL EL REY, VIVA EL ORDEN Y LA LEY.