jueves, 8 de noviembre de 2012

EL TC VALIDA EL MATRIMONIO HOMOSEXUAL

 

El Tribunal Constitucional, al cabo de siete años, ha resuelto que se ajusta a la Constitución el llamado “matrimonio” entre personas del mismo sexo y, de matute, ha reconocido el derecho a la adopción de los “ contrayentes”. O sea, que valida la Ley promovida por Zapatero y rechaza el recurso que elevó el Partido Popular cuando estaba en la oposición.

No se han dado a conocer los fundamentos en que se sustenta la decisión y, por tanto, la interpretación que hace de lo establecido en el artº 32 de la Carta Magna con el siguiente tenor literal:

“1. El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica.

2. La ley regulará las formas de matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los derechos y deberes de los cónyuges, las causas de separación y disolución y sus efectos.”

Aventurado es pronunciarse sobre los razonamientos en que se ha basado el TC, cuando aún se desconocen, pero dada la carga ideológica y política de resoluciones anteriores, nada extraña ( recuérdese, por ejemplo, el aval que dio a Bildu enmendando la plana al propio Tribunal Supremo).

Puede salir por peteneras metiéndose en terrenos ajenos o decir:

Respecto al punto 1, “ El hombre y la mujer tienen derecho…”, que no excluye que también lo tengan las personas del mismo sexo. En cuanto a “ La ley regulará las formas de matrimonio…”, del punto 2, que posibilita otras distintas a la heterosexualidad y, por tanto, la de los homosexuales.

En fin, cualquier cosa cabe esperar de los expertos en hilar fino cuando se proponen un predeterminado fin, aunque la ley natural, historia, antropología, moral, religión y un largo etcétera, hayan acuñado en el léxico la palabra matrimonio para la unión de hombre y mujer.

A estas alturas de la vida se asumen las uniones homosexuales, sin que se produzca rechazo social, con los derechos civiles derivados de las mismas; pero son eso, uniones merecedoras de respeto y no matrimonios.

Rajoy pudo haber derogado o modificado la Ley al acceder al Gobierno, eliminar la palabra matrimonio sustituyéndola con otra denominación, regular tales uniones, y no lo hizo. Algunos de sus prebostes son partidarios de este “ matrimonio” y optó ceñirse a lo que resolviera el Constitucional. El “lobby gay” está extendido por todas partes, tiene sus influencias y dispensa votos, no era cuestión de contrariarle.

Zapatero ha ganado una batalla después de ser descabalgado, a Rajoy le han quitado un problema de encima y Zerolo cual pavo real se pavonea.

Hace tiempo que se ha perdido el norte, el sentido común y el significado de las palabras. El todo vale y nada importa, va calando.

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