CONTRASTES POR NAVIDAD.

 

Ya han pasado Noche Buena y el día de Navidad, pero las navidades siguen hasta la llegada de los Reyes Magos; al menos, esa es la tradición. Conforme al espíritu navideño, trasmisor de buenos deseos, hemos aparcado las críticas contra las malas situaciones y repudiables comportamientos que no cesan. Procuraremos seguir con el silencio a la espera que lleguen al portal de Belén, Melchor, Gaspar y Baltasar, ofrezcan sus presentes y retornen a Oriente. Ya veremos...

Quienes no se han reprimido han sido los terroristas islamistas en Kenia. Se han cebado, siguiendo precedentes anteriores, contra los cristianos que celebraban la misa de Noche-Buena en una iglesia. Bien sabían las víctimas al peligro de muerte que se exponían; pero, fieles a la Fe y al culto, quisieron dar testimonio en la conmemoración de la fecha en la que los Ángeles anunciaron:” ¡ Paz a los hombres que ama el Señor !”. Dios ama a todos, aunque hay quienes no se dejan amar , y cegados por el odio se embriagan con la sangre de los inocentes.

Contrasta la heroicidad de los "corderos sacrificados" en hostiles regiones del orbe, con el paganismo occidental en boga, que tiene por dioses: el utilitarismo, el hedonismo y el dinero. Contrasta la sonrisa de esqueléticos niños en las zonas depauperadas del llamado tercer mundo , carcomidos por la desnutrición y aposento de las moscas, con la pesadumbre de las sociedades del bien estar. Contrasta la alegría en aquellos lares en los que, a duras penas, se consigue lo imprescindible para la supervivencia diaria, con la tristeza y la melancolía de la sociedad del consumo que, ante el infortunio, se sirve del lamento como agarradero.

Contrasta la insultante opulencia de muchos, con la precariedad de los más. Contrasta la fortaleza que emana del espíritu, con la flaqueza de aferrarse solo a lo material. Contrasta la introspección interior, con la huida de uno mismo para refugiase en el vacio. Muchos contrastes se dan en la vida, y algunos afloran, de modo especial, por Navidad.