El llamado " pequeño Nicolás" ha optado por contar " su verdad" en los medios, advirtiendo de que está en posesión de " material muy sensible que afecta a muchas Instituciones". La impresión que nos produjo al verle en televisión es que ha empezado una huida hacia delante. Tal vez alguien lo quiso poner a prueba o darle displicentemente o con confianza la mano, y quiso quedarse con el brazo entero. Creyéndose el rey del mambo, fingió ser lo que no era y posiblemente caviló para sacar provecho propio de ello.
Suele ocurrir en ocasiones que por no desvelarse intimidades- que pueden afectar a la esfera de lo privado-, o por otros motivos no aireados, se acepte como posible verdad lo que es fantasía o grosera autodefensa exculpatoria, máxime cuando se intercalan hechos puntuales ciertos con mentiras, llegándose a creérselas quien reiteradamente las dice.
El pasado veintitrés de Octubre le dedicamos una entrada con el titulo " El pequeño Nicolás"( valga como recordatorio por si algún lector quiere ojearla). Esta es la segunda, y la intención actual es que sea la última. No vale la pena perder el tiempo con este muchacho, que por otra parte nos inspira lástima, habiendo tantas cosas serias y preocupantes en el patio español. Como él hay muchos, pero Frank- como quiere que le llamen- empezó a muy temprana edad, hasta que desenmascarado se dijo: ¡basta!
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