miércoles, 5 de noviembre de 2014

EL TIEMPO APREMIA.

 

El " sálvese quien pueda" y las puñaladas intestinas parece ser la actitud de muchos dirigentes del Partido Popular ante las negativas perspectivas electorales, secundado a hurtadillas y por el mismo motivo por otros tantos del Partido Socialista-PSOE-. Los esfuerzos que ambas formaciones hacen para remontar el descrédito en el que han caído, debido a la corrupción- no exclusiva en su filas- y a sus incomprensibles enfrentamientos y discrepancias en algunos temas esenciales que más preocupan a los españoles, tienen visos de resultar baldíos.

El pesimismo entre la ciudadanía está generalizado, y buena parte de ella desconfía de las palabras y quiere hechos, que no se producen o se perciben como resultado de la ejemplar y eficaz celeridad demandada. Estamos en un impasse que nos puede abocar a la ingobernabilidad y a ser peleles de pactos contra natura.

El tiempo apremia y juega a la contra. Sólo se puede evitar la catástrofe si, previa cirugía urgente que extirpe los tumores que han infectado la democracia, se diera unidad de compromiso y acción entre los dos partidos citados y los que compartan los mismos propósitos; a saber: la honradez, transparencia, erradicación sensible del paro, incremento de la productividad y del poder adquisitivo, agilización de la Justicia, independencia real- sin interferencias políticas- de los Organismos que deben velar por la legalidad y su aplicación, y, por supuesto, la unidad de España. En definitiva, comprometerse con unos mínimos que, salvaguardando la libertad y los derechos constitucionales fundamentales, permitan la cacareada regeneración democrática y devuelvan la esperanza y la ilusión.

Ello no se podrá conseguir sin alturas de miras y sentido de Estado, pensando en el bien general y el de la Nación. A estas alturas parece una quimera utópica, y es que acostumbrados a auto flagelarnos por nuestras desgracias y a pecar de individualistas, olvidamos que podemos superar cualquier reto si, unidos, nos lo proponemos. Así somos y lo atestigua nuestra Historia.

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