José Ortega y Gasset (1883-1955), al reflexionar sobre " el problema de España", dijo: " Lo que nos pasó y nos pasa a los españoles es que no sabemos lo que nos pasa". En parte llevaba razón, porque hay tantas formas diferentes de creer “saberlo” como grupos de opinantes y posiciones ideológicas; pero a la afirmación del filósofo habría que añadir: ¿sabemos lo que queremos ser? Es la eterna cuestión de " las dos Españas", a la que hay que sumar la posición de los nacionalistas separatistas.
Ahora, el PSOE está llamando a la reforma constitucional, y alguna otra formación política se suma a la propuesta. PODEMOS proclama que quiere ponerla patas arriba, y los secesionistas se pasan la Ley fundamental por el arco del triunfo. El PP pregunta para qué, en qué y exige un previo consenso para llevarla a trámite parlamentario; que ahora no es el momento oportuno y el que quiera hacerlo que formalice su propuesta en el Congreso. Rajoy ha afirmado que mientras sea el Presidente de la Nación seguirá asegurada la unidad de España; pero ¿y qué hará el que lo sea tras el resultado de las próximas elecciones generales, que a la vista de las encuestas no ofrecen un panorama halagüeño?.
La líder socialista andaluza ha venido a decir que hay reformar el título VIII de la Constitución; que cuando se aprobó muchos jóvenes actuales no pudieron votar por razones de edad, que desde entonces se han producido muchas transformaciones político-sociales. ¿Qué se pretende: la República, un Estado federal o confederado, la creación de instaurar en España los Estados libres asociados, potenciar las " singularidades",...? Esta joven socialista y ¿su jefe? Pedro Sánchez parecen olvidar que la cuestionada Constitución es la que ha permitido la estabilidad en España, y que, gracias a ella, ambos y otros tantos prebostes políticos han tenido la oportunidad de llegar a lo que son, dentro de un marco de libertad democrática y oportunidades para todos.
Se sabe, y demasiado bien, lo que nos ha pasado desde la Transición, aunque también en esto hay discrepancias; nos barruntamos qué quieren que seamos y la venidera estructura del Estado. Tendrían que cambiar mucho las cosas y los que están detrás de esos impulsos irrefrenables, para que ello no suceda.
El problema de estos políticos no es que sepan muy poco,sino que desconocen la Historia de España,sobre todo la de los siglos XIX y XX,que es fundamental para entender la situación actual.
ResponderEliminarLa izquierda revanchista sueña con la República Federal,que condujo a la catástrofe anteriormente,y unos proclamados "profesores",que son politicastros comunistas y en su vida han hecho una oposición,quieren dar clases a los demás,cuando lo único que han hecho ha sido corromper la Universidad.