Aldama sabrá si todo lo manifestado en sede
judicial
es verdad, mentira o elucubración,
aunque el Gobierno, en tromba ,
le lleva la contra.
En esos vericuetos, insondables para el común
honrado,
por nadie se puede “ meter la mano en el fuego
“.
Decisión arriesgada la de Aldama si no tuviera
pruebas
y los cartuchos fueran de fogueo, pero podrían
ser
letales si la munición fuera real.
Los por él aludidos y el Partido Socialista han
anunciado
una querella conjunta por injurias y
calumnias.
En principio, el fiscal ve indicios de
credibilidad,
y el Juez ha decretado su libertad
provisional.
Siguen las investigaciones sobre esta trama
criminal,
en la que presuntamente podrían estar
implicados
diversos personajes de dudosa catadura
moral.
Dejemos a la Justicia actuar sin injerencias y
con imparcialidad.
Respecto a las interpretaciones y opiniones
particulares,
cabe recordar lo que decía Ramón de
Campoamor:
“ En este mundo traidor/ nada es verdad ni
mentira/
todo es según el color/ del cristal con que se
mira ”.
Pese a ello,” Algo huele a podrido en Dinamarca
“.
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