Vídela en un caluroso estío, adentrándose en la mar.
La blonda color de su pelo, refulgía hasta la cintura.
Chapoteaba suavemente. Avanzaba con
cautela;
se sumergió bajo las aguas, los peces la
envidiaban.
Emergió el encanto con pletórico
vigor.
Volando, mar
adentró se alejó.
En ulterior gélida noche invernal,
viendo chisporrotear el fuego en el
hogar,
recuerdas el embrujo de aquel estío.
¿ Fue realidad
la visión, una soñada
ilusión,
delirio de verano o un ficticio
oasis
en la arena que bañaba la mar ?
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