De mítines gubernamentales andamos
sobrados,
de sus trolas, promesas incumplidas y
aspavientos;
por mucho que disimulen, se les ve el
plumero.
Y de sus socios,¡ no digamos !
Nunca tuvimos tantos farsantes e
incapaces
en el Gobierno.
Más que gestionar bien lo público,
despilfarran a tutiplén en ocurrencias y
regalías;
todas juntas abarrotan el tren de
mercancías.
Los railes se cuartean por el peso que
soportan.
Los guardagujas, viendo la que se viene
encima
y el peligro de descarrilar, avisan al jefe de
estación;
pero al no hacerles caso, abandonan la
vía.
No quieren ser cómplices, ni comerse el marrón
de la tragedia anunciada.
El tren transporta lo que al pueblo se le
esquilmó.
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