CATALUÑA SIN CORRIDAS DE TOROS

 

Parafraseando lo del “ contubernio judeo-masónico” franquista, bien podría atribuirse a “contubernio socialista-separatista-izquierdista” el resultado de la votación por el que hoy, en el Parlamento catalán, se ha aprobado, con los votos  a favor del mentado contubernio, la prohibición de celebrar corridas de toros en Cataluña. Se veía venir, estaba anunciado, conociendo la catadura y formas de pronunciarse de los responsables de dichas formaciones políticas en su ciego empeño abolicionista de todo lo que suene a España o español.

Las “ justificaciones” esgrimidas son simples pretextos, sin fundamento, para hacer desaparecer en  “su nación”- Cataluña- todo rastro español. Desoyendo el clamor popular, razones culturales y de tradiciones arraigadas, se han salido de momento con la suya . Me resisto a argumentar dialécticamente contra tal sinrazón( doctas plumas y testimonios cualificados contra la prohibición se han pronunciado), a perder el tiempo con ello, pues sería como intentar dialogar con mulas que lo único que entienden es el razonamiento de la estaca.

Es cierto que se han guardado las formas en el Parlamento catalán, que el PSC y CIU ha dado libertad de voto y algunos de estas formaciones no han votado a favor de la prohibición, pero conociendo los intereses electoralistas y hechos los cálculos  y contactos previos, “ se ha puesto una vela a Dios y otra al diablo” para guardar las apariencias, conocedores, de antemano, que ganaría la prohibición. Son los  oscuros entresijos tácticos de cara a las próximas elecciones autonómicas; antecedentes para presumir esto los hay de sobra.

Se han pasado de la raya y ésta u otra próxima, allí o en otro lugar, pudiera ser la última” gota que colme el vaso”. Las reacciones populares, después de tanto agravio contra lo que se considera y es "sagrado", son imprevisibles y “ quien siembra vientos recoge tempestades”. El detonante del” Motín de Esquilache”, en 1776, fue la prohibición de la capa larga y el chambergo en Madrid, aunque sus razones profundas y diversas fueran otras; el dicho motín  la  “gota de agua que colmó el vaso".

Quienes tengan por Ley, juramento o promesa, que poner orden al caos( unidad, independencia e integridad de la nación española, el castellano como idioma común, los valores y tradiciones,.etc.), derivado de pretensiones de " soberanismos independentistas" que lo hagan, para evitar imprevisibles reacciones nefastas para todos.. No estamos para motines ni revueltas violentas y nadie, con dos dedos de frente, las desea. Que los anti-España dejen ya de soplar en la dirección del viento secesionista; no lo conviertan en huracán y éste provoque que la mar encabritada devenga en tsunami.