Destino turístico de primer orden es Benidorm. Detractores no le faltan alegando que es una ciudad de rascacielos, de clases medias-bajas y mucha” tercera edad”, con “poca clase”; como si los “currantes” y jubilados españoles y extranjeros, o a quien simplemente le plazca, no tuvieran derecho o fuera desdoro el veranear por módicos precios y gozar de sus inmejorables playas, hoteles de envidia, lugares de ocio y entretenimiento para todos los gustos, edades y nacionalidades, cercanos encantadores pueblos interiores y entornos…., en donde se conjuga lo tradicional con la vanguardia modernista, zonas de “guiris” con las del español tapeo; tiendas, cafeterías y restaurantes a precios asequibles, casco viejo y amplias avenidas.
Tales críticos no tienen lugar allí, en donde todo el mundo pasa desapercibido y así lo quiere. El destino de los pocos, pero contumaces críticos, es donde reina el “glamour”, la innecesaria ostentación, las “imágenes robadas”; en general, vividores del cuento y del cotilleo, salvando las legítimas opciones de quienes, pese a estos implacables perseguidores, tienen todo su derecho a veranear donde más les plazca, ya sea en otros lugares de España o del extranjero. Les viene al pelo, a los censores de nuevo cuño, lo de “dime de qué presumes y te diré de que careces”
En los años 50 del pasado siglo un hombre honrado, de honor y dinámico alcalde, D. Pedro Zaragoza Orts, considerado por muchos lugareños y foráneos como “ el mejor Alcalde de España”, tuvo la” osadía” de proyectar, con los asesoramientos técnicos, esa Villa de pescadores y tierras de secano, como referente turístico. Sus iniciales veraneantes, a la sazón algo o bastante pudientes, fueron alcoyanos y madrileños. Impulsó el entonces famoso “Festival de la de la canción española”- festival de Benidorm- ; fue elegido como lugar de residencia temporal o de veraneo por destacadas personalidades de la política, finanzas, negocios, periodismo, alto funcionariado -civil y militar- diversas artes ( canción, cine,del toreo, deportes, plástica, literatura, seriales radiofónicos en boga,…) Y ojo al dato: no llevaban escolta.
Cimentó las bases de la actual cosmopolita Benidorm, en donde nadie se siente extraño y es paradigma por su carácter abierto, acogedor. No importa de dónde seas; tolerancia, respeto y multicolor convivencia podría ser su lema.
Si el artífice fue ese Alcalde y colaboradores, mención aparte merecen las mujeres de Benidorm; esas nativas anónimas sin cuyo trabajo extenuante en campos diferentes- hostelería, comercio, restauración,…, compatibilizado con las labores domésticas y el cuidado del hogar familiar, hubiera sido harto difícil el levantar la pequeña Villa hasta elevarla a su posterior y actual categoría. Tal vez sean las grandes olvidadas, merecedoras de digno reconocimiento.
Repertorio de anécdotas y personajes, que hoy parecerían increíbles, se dan por miles sin exageración; pero eso queda reservado a los viejos lugareños y estudiosos cronistas locales.
Turista que vayas a Benidorm si, a pie o en automóvil, puedes llegar a la Cruz que se alza en Sierra Helada (Rincón de Loix), no dejes de hacerlo. Te sentirás elevado sobre el mundo y emocionado por los testimonios escritos, en diferentes idiomas, depositados o clavados en la Cruz en memoria de quienes allí estuvieron y nos sobrevuelan por el cielo azul.
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