¡Hola amigo! cuánto tiempo sin verte. Así se expresaba no hace mucho un octogenario rico, de los de verdad, retirado ya de los negocios dejados en manos de sus hijos y que abarcan desde la hostelería, a inmobiliaria y construcción. El saludo fue correspondido con un abrazo y cortés “ te veo muy bien”; siendo su respuesta “ no creas, no descanso bien, a menudo tengo pesadillas; sabes que soy honrado, pero para llevar adelante mis proyectos y empresas me han hecho delinquir”
Ante mi visible y exteriorizada incredulidad , este fu su breve comentario: “ Si amigo, lo remordimientos se me aparecen como fantasmas nocturnos y todo por culpa de los partidos políticos. Con el pretexto de que era necesario ayudar a su gastos, siempre me han visitado “cobradores”, ya estuvieran gobernando o en la oposición , de izquierdas y derechas,y no me podía negar si quería llevar a cabo mis justos proyectos, de lo contario los permisos y licencias necesarias no se daban o la resolución de las solicitudes se eternizaban. Tenía que hacer frente a compromisos bancarios, mantener y pagar a mis empleados y cedí, muchas veces pagué, millones metidos en bolsas de plástico y ¿ sabes lo peor?, parte de él se perdía por el camino en manos de los recaderos y quienes los mandaban. No buscaba favores, pero me imponían condiciones, vulgar chantaje y encima calladito y dar las gracias. ¿Qué podía hacer?, si no pagaba yo otros lo harían y me hubiera visto obligado a echar el cierre y dejar a mucha gente sin trabajo. Solo mis fieles allegados saben esto y ahora tu porque se como eres y confío en tu discreción. ¿Comprendes ahora lo que, al final de mis días, me aflige y me tortura la conciencia”.
Guardé respetuoso y comprensivo silencio, no quise conocer detalles que presto era a dármelos( la verdad es que se le escaparon algunos nombres de ideología diversa ,que no retuve porque estaba más pendiente del lastimero desahogo y quejidos del amigo anciano, procurando reconfortarle).
Terminada el agua mineral sin gas, bien fresca para aliviar las calores veraniegas, me despedí dándole una beso en cada mejilla y con un hasta pronto, escuchando sus últimas palabras: “ No son todos los que suenan, pero si que son muchos de los que no suenan ni podrías imaginar”.
Pensativo busqué sombreada calle para reanudar el paseo, sorteando a los “trileros” que ocupaban la acera a la caza de incautos.
Lo escrito no es, por desgracia, un invento literario. Sucedió tal cual.
Lo que sigue si que son percepciones personales, respetando en principio la presunción de inocencia respecto a imputados o inculpados que los hay de todos los colores.. En su momento hablará la Justicia, pero hay motivos para sospechar que ésta ,a veces ,puede ser teledirigida, impulsada, manipulada y sorprendida, sin ser consciente de ello, en la actividad investigadora o instructora, con primordiales fines partidistas y electoralistas, por quienes bien dominan tiempos y oportunidad. Si, hay distintas varas de medir; prima el flas informativo, el ahora y a éste. ¿La verdad, la Justicia, qué más da?. Si llega fallo absolutorio o archivo, pasado será tiempo, descrédito y daño , sin posible reparo; pero para el maligno le es igual.
Si en los casos “ sub judice” recae sentencia condenatoria, que se cumpla la pena en todos sus términos. Nadie debe estar por encima de la Ley y menos aquellos de los que se espera y les es exigible un plus de ejemplaridad.
Dificil papeleta lo de regenerar la vida política y democrática.¿Cómo y quien le pone el cascabel al gato?. Da la impresión que hay demasiados intereses creados y entremezclados, que el dinero no tiene color y hace, como la política,”extraños compañeros de cama” cual dijo alguien.
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