El filósofo Julián Marías dedicó un capítulo a " Una visión antropológica del aborto" en su libro " Sobre el Cristianismo" editado en 1997 por la editorial Planeta, partiendo de la distinción lingüística entre " qué y quién, algo y alguien, nada y nadie ". Así, " el niño no nacido aún" no es un qué, ni una cosa, sino alguien, un quien, es un " tercero que viene", es " una realidad viviente, que llegará si no lo paramos, si no lo matamos en el camino".
Razonaba el filósofo: " una mujer dice voy a tener un niño; no dice tengo un tumor";... " para denominar el aborto provocado, se dice que es la interrupción del embarazo", con lo que " los partidarios de la pena de muerte tienen resuelta sus dificultades: ...la horca o el garrote pueden llamarse interrupción de la respiración...". Afirmaba: "cuando se provoca el aborto o se ahorca no se interrumpe el embarazo o la respiración; en ambos casos se mata a alguien"
Respecto al derecho a disponer del propio cuerpo y que el feto es parte del cuerpo de la madre, lo calificaba de "falsedad" y afirmaba:" no es parte: está alojado en ella, mejor aún, implantado en ella(en ella, y no meramente en su cuerpo)", insistiendo en que " el niño no es el cuerpo de la madre , sino que es alguien corporal implantado en la realidad corporal de la madre, es que ese supuesto derecho no existe".
La cosa es que ha prevalecido lo " nosotras parimos, nosotras decidimos" del radical feminismo de izquierdas, y de los tres supuestos de despenalización del aborto contemplados por ley en el mandato de Felipe González, que fueron un coladero para la trituradora, de modo preferente el que aludía al peligro para la salud física o psíquica de la madre, se pasó al aborto a la carta convertido por Zapatero en un derecho.
El PP en su programa electoral prometía: " una ley de protección de la maternidad con medidas de apoyo a las mujeres embarazadas. Cambiaremos el modelo de la actual regulación para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores”. Ha pasado más de un año desde que ganó las elecciones, gobierna Rajoy, y seguimos en las mismas; ningún cambio legislativo ha habido.
Mientras tanto, según el Instituto de Política Familiar, los abortos en España han aumentado un 70 % en 10 años. Desde 1985 se produjeron 1,6 millones de abortos, en 2011 se produjeron 118.OOO y que, de éstos, nueve de cada diez se realizaron a petición de la mujer sin aducir ningún tipo de causa. Para el presidente del citado Instituto el aborto es «no solo un drama para el niño que no nace o la madre que se ve abocada al aborto, sino también la principal causa de mortalidad en España ocasionando efectos sociales y demográficos desoladores».
Ayer se concentraron en diversas ciudades españolas miles de personas con pancartas por " El derecho a vivir" y el "Sí a la vida", y es que cada día, en España, son privadas de ese derecho fundamental 300 criaturas inocentes e indefensas. El aborto homicida lleva cobradas más centenares de miles de vidas en nuestro país que las causadas en el mismo durante la guerra civil de 1936-1939.
No se puede permanecer impasible ante las tenazas exterminadoras de la vida, ante este holocausto revestido de legalidad.
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